Después de un verano con uno de los picos de calor más fuerte conocido, en el que los termómetros alcanzaron cifras superiores a los 45 grados, este fin de semana llega un inicio de mes de septiembre y como consecuencia, el del otoño meteorológico pasado por agua.

Se trata de una depresión aislada en niveles altos, más conocido como DANA, que cambiará el tiempo drásticamente a partir de hoy. Las previsiones meteorológicas anticipan que este sábado será el día en el que las temperaturas serán más bajas y habrá mayor probabilidad de lluvias intensas.

Al respecto, ayer mismo, el Departamento vasco de Seguridad decidió activar para mañana un aviso amarillo –intermedio en la escala cromática utilizada para definir fenómenos meteorológicos adversos– por la posibilidad de que se produzcan fuertes lluvias en cualquier punto de la CAV.

En concreto, tal y como recoge la Agencia Efe, se espera que se superen los 15 litros por metro cuadrado en una hora en puntos de Euskadi, con la probabilidad de chubascos tormentosos que podrían ser localmente fuertes. Se esperan precipitaciones localmente persistentes por lo que en algunos puntos se acumularán entre 20 y 60 litros por metro cuadrado.

Al tratarse de un pronóstico en constante cambio que puede variar con el paso de las horas, se convierte en una difícil predicción para las diferentes agencias meteorológicas. A priori, el meteorólogo Edorta Román no lo ve tan grave: “La DANA de este fin de semana es algo habitual en esta época”. Es más, hace unos años ya se vivió algo parecido. “Hace tres o cuatro años recibí una foto de un tornado en la misma época del año”, añade.

Durante todo el fin de semana, debido a la nubosidad y a las precipitaciones previstas, predominará un ambiente otoñal, con temperaturas por debajo de lo habitual para estas fechas posveraniegas.

Según datos proporcionados por Aemet, a falta de la evolución de la situación, a partir del próximo lunes aumentará en gran medida la incertidumbre en cuanto a la evolución de la DANA y, también en cuanto a las zonas de precipitación.

“Es posible que continúe el ambiente inestable con chubascos, aunque a día de hoy es difícil señalar zonas con precisión”, admite el portavoz de Aemet, José Luis Camacho. Una opinión que comparte Román, quien señala de forma precavida este sábado como el día con más lluvia. “Es complicado predecir porque puede cambiar mucho de un día para otro”.

¿Qué es una DNA?

De cara a lo que se espera en otoño, Román advierte que “las situaciones que viviremos se pueden repetir a lo largo del otoño, no debería sorprender si sucede”.

Según informó Euskalmet en vídeo en sus redes sociales, la DANA o las Depresiones Aisladas en Niveles Altos pueden ser las principales responsables de precipitaciones de muy alta intensidad y por tanto de generar inundaciones, aunque en muchas ocasiones no llegue a caer ninguna gota.

Hace no muchos años a este fenómeno se le denominaba gota fría. Se trata de sistemas de bajas presiones situadas en las capas altas de la atmósfera entre los 5.000 y los 12.000 metros de altitud que se desprenden de la elevación general que evolucionan y se desplazan de forma independiente. Pueden permanecer estacionarias o moverse contrarias a la corriente principal.

De esta manera, se alejan de las zonas de las que son originarias y se cierran sobre sí mismas. Se encuentran totalmente rodeadas de aire más cálido, lo que convierte su movimiento en muy errático y de difícil pronóstico para los meteorólogos.

Sin embargo, para que una DANA sea capaz de generar importantes intensidades y cantidades de lluvia es necesario que intervengan otros factores que hagan posible la elevación de aire cálido y húmedo hacia las capas altas donde se encuentra esta bolsa de aire frío y generar una situación de alto riesgo.

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