Ekologistak Martxan denunció el pasado martes la destrucción de nidos de golondrinas y aviones en dos pueblos de Álava y recordó que esto está considerado como una infracción grave con multas que pueden llegar a los 200.000 euros. Según informó en un comunicado, varias personas se han puesto en contacto con este colectivo para denunciar la destrucción de nidos de golondrinas y aviones en Argómaniz y Urarte, algo que, “por desgracia, todavía hoy sigue siendo habitual”.

Estos casos fueron denunciados a la guardería de la Diputación Foral de Álava y en ambos ocasiones, según los denunciantes, “los guardas no hicieron nada, ni siquiera una pequeña investigación o charla con las personas residentes de las casas donde se habían destruido los nidos, ni por supuesto se ha incoado ningún expediente sancionador”.

El vencejo común, la golondrina común y el avión común son las tres especies de insectívoros con mayor presencia en los pueblos y ciudades de Álava adonde regresan cada primavera para reproducirse y nidificar. Ekologistak Martxan recordó que aviones, golondrinas y vencejos comunes ubican sus nidos en edificios. Los dos primeros de manera muy visible, lo que es a veces visto como un problema para la “estética” y la “limpieza” de estos lugares, aunque hay formas de evitar estas “molestias”.

“Garantizar la supervivencia de vencejos, golondrinas y aviones requiere un esfuerzo contundente por parte de las administraciones públicas municipales y un compromiso claro con este objetivo”, señaló.

Por ello, Ekologistak Martxan insta a los ayuntamientos alaveses, a que, a través de sus ordenanzas municipales, adopten medidas urbanísticas que favorezcan la conservación de las poblaciones de estas especies incluidas en el Listado de Especies Silvestres en régimen de protección especial.

Además, exigió a la Diputación que tome medidas para que la destrucción de nidos de estas especies no se vuelva a repetir en el territorio, para lo cual pidió una campaña permanente que informe a los vecinos de los pueblos de la prohibición de la destrucción de nidos, así como de los “enormes beneficios que suponen estas especies”.