El embalse de Ullibarri-Gamboa fue inaugurado oficialmente en el verano de 1958, hace 65 años. El proyecto tuvo sus inicios en 1930, cuando el ingeniero Manuel Uribe-Etxeberria solicitó una concesión para la construcción de un sistema regulador de las aguas del río Zadorra.
El objetivo era trasvasar los caudales hídricos a Bilbao y su comarca, para la producción de electricidad y el consumo industrial y doméstico.
La construcción del embalse provocó la disolución del Ayuntamiento de Gamboa, que quedó repartido entre los municipios vecinos de Arrazua-Ubarrundia y Elburgo y Barrundia.
Otra de las consecuencias fue la pérdida masiva de habitantes de más de una decena de pueblos alaveses sumado al hecho de que se algunos se quedaron bajo el agua.
La historia del embalse como la de las localidades afectadas viene recogida en un portal de Internet dedicado al embalse de Ullibarri-Gamboa, creado por la Diputación Foral de Álava.
En el mismo se explica tanto la memoria histórica del pantano como la de los pueblos que coexistían en la zona y que ya son parte de la historia.
Landa
Con la construcción del pantano, el municipio quedó inundado, excepto unas pocas edificaciones en la isla de Zuhatza y el Barrio de la Estación, donde hoy están el parque y playa de Landa, en el paraje llamado Txojalanda, a orillas del río Arlaban. Al iniciarse las obras del embalse, Landa tenía 142 habitantes, un centenar de los cuales se vio obligado a emigrar.
Garaio
Resultó casi en su totalidad inundado por el pantano. Quedó a salvo la aldea, pero sus habitantes, sin tierras que cultivar, tuvieron que emigrar, excepto dos vecinos que permanecieron en sus casas hasta los años ochenta. Más adelante, su orilla con el pantano se convirtió en una playa. Los antiguos vecinos se han seguido reuniendo cada año en su pueblo, el día de su fiesta, que llega en el calendario el segundo sábado de septiembre.
Orenin
Con la construcción del pantano la mayor parte de su territorio resultó anegado, mientras que la aldea quedó en una isla. La parte sur de la actual playa de Garaio, de nombre Salurriaga, pertenecía a Orenin, pero actualmente forma parte del municipio de Elburgo.
Larrinzar
La construcción del pantano provocó que sus 37 habitantes se viesen obligados a emigrar, dejando así la villa deshabitada.
Ullibarri Gamboa
Este pueblo también sufrió grandes pérdidas, entre ellas, muchos de sus edificios y la ermita de Santa Marina. La localidad contaba con aproximadamente 252 residentes en el año 1950, pero la construcción del embalse propició la marcha de un porcentaje considerable de los vecinos, quedando menos de un centenar tras la finalización de las obras, en el año 1958. El embalse tomó el nombre del deteriorado pueblo.
Cerca de 400 alaveses partieron de sus respectivos hogares en busca de un lugar mejor
Zuazo de Gamboa
El pueblo de Zuazo de Gamboa quedó completamente anegado por el pantano, emigrando sus 39 habitantes.
Nanclares de Gamboa
Tras la disolución del municipio de Gamboa y la inundación del valle, tan solo quedaron 11 vecinos en Langara/Nanclares de Gamboa. Actualmente, la cifra oscila entre los 20 y los 22 habitantes.
Azua
En 1955, un año antes de que se dieran por concluidas las obras, 79 habitantes se vieron obligados a emigrar, puesto que se quedaron sin tierras de cultivo y sin viviendas. A día de hoy, Azua forma parte del municipio de Elburgo.
Mendizabal
La localidad que tan solo tenía tres vecinos quedó totalmente inundada por el pantano.
Mendixur
Perdió gran parte de su superficie, la cual quedó sumergida. Tras la disolución del municipio de Gamboa, el pueblo pasó al de Barrundia. Hoy acoge un observatorio de aves junto a las playas de Garaio.
Urizar
Tras la inundación, solo quedó en pie una casa.
Éxodo: La otra cara del Pantano
La mayor parte de los vecinos de los pueblos se vieron obligados a emigrar porque las obras del embalse de Ullibarri Gamboa anegaron tanto las cosechas como las casas de los aldeanos, dificultando así el poder seguir llevando una vida cotidiana. La mayor parte de ellos se desplazó hasta la capital alavesa, pero como afirma la fuente citada anteriormente, varios de ellos decidieron emprender un viaje mucho más largo.
Un proyecto casi centenario
Han pasado 93 años desde que el bilbaíno nacido en 1885 Manuel Uribe-Echevarría Beldarrain, jefe de la sección de cartografía del ejército de Euzkadi en la Guerra Civil, solicitó la concesión para la construcción de un sistema regulador. El objetivo era impulsar el consumo industrial y doméstico de Bilbao y sus comarcas.