El calor abrasó ayer durante el día la última jornada de las fiestas de Vitoria y fue protagonista en todo el territorio alavés, en general, con los termómetros disparados en torno y hasta por encima de los 40 grados en Llodio y Amurrio. En el resto del territorio, marcó los 35 grados en la mayoría de los pueblos.

A las 15.20 horas de ayer, la temperatura máxima se registró en la estación meteorológica de Gardea, en Llodio, con 43,4 grados, según Euskalmet, aunque las localidades cercanas, como Orozko y Amurrio marcaron valores muy similares. En Nanclares tuvieron 39,2º de máxima y en Subijana 38,9º.

El calor también fue especialmente asfixiante en zonas del interior de Bizkaia y Gipuzkoa, algo menos en la costa. En cuanto a las capitales, en las tres se superaron los 30 grados, aunque Bilbao y Gasteiz fueron las más golpeadas, esta última con 39,7 grados en una ciudad en plena ebullición por las fiestas, que anoche despidió a Celedón hasta el año que viene.

Paseíllo de blusas y neskas

El buen tiempo ha sido la tónica dominante en La Blanca, aunque con madrugadas más que fresquitas, pero el episodio de temperaturas extremas de ayer espantó en parte a la gente de las calles durante las horas de más calor y ese bajón se dejó notar en las actividades del mediodía, con menor afluencia de público que en jornadas precedentes. Eso y el cansancio acumulado desde el 4 de agosto.

Con todo, poco les importó a quienes a pleno sol hicieron cola para comer alguna de las raciones de patatas con chorizo elaboradas por la cuadrilla Basatiak en una acción solidaria con el Banco de Alimentos en la Plaza Nueva. A pocos metros, en los Fueros, exhibición de deporte rural, con el arrastre de piedra, actividad en la que un hermoso buey paseó de arriba abajo por el empedrado 1.900 kilos. Tampoco faltaron a su cita las comparsas de gigantes, cabezudos, caballos y sotas ni las txarangas, trikitixas y músicos callejeros asentados, eso sí, en rincones a la sombra.

Precisamente, la Comisión de blusas y neskas decidió desde un primer momento suspender el paseíllo de ida por la alerta naranja activada por el Gobierno Vasco, la activación del protocolo municipal de emergencia por altas temperaturas y la defensa de los derechos de las personas que trabajan en fiestas. La Federación de blusas y neskas, por su parte, primero decidió desfilar por la calle Dato, pero después suspendió la kalejira. Finalmente, salieron los Martinikos.