Cuarta posición en Vitoria, ¿qué lectura hace?

–Que nos han votado siete mil personas menos que en 2019. Con la mitad, justo con 3.500, hubiéramos quedado los primeros.

Y a qué lo achaca.

–Lo primero, ha habido una abstención, que a nosotros nos ha afectado de forma significativa como se ve en los resultados. Ya estábamos pidiendo la ciudadanía que fuera a votar porque teníamos un alto porcentaje de indecisos dentro del PNV. A partir de ahí, cuando no nos han votado es porque no han visto que nuestro trabajo haya sido el más adecuado, independientemente de que también afectan los tiempos, a veces llevan olas diferentes de mayor o menor medida; hay elecciones en las que se priman más unas formaciones, tienen más fidelidad de voto y cuanta más abstención, más posibilidades tienen de marcar su diferencia. Esos factores y algunos más que tendrán que ver con la gestión, y que tendremos que valorar, nos han llevado a esta situación.

Habla de gestión. ¿Les ha pasado más factura el lío de tráfico al sur a cuenta del BEI o el Plan General?

–Creo que el Plan General no ha influido absolutamente para nada, pero en el caso de la movilidad es clara la opción que ha habido sobre nuestro voto. Tengo aquí mismo sobre la mesa nuestras encuestas y el mayor problema para los vitorianos era la movilidad. Así como el tranvía ocupa la misma superficie de suelo que el BEI, el bus eléctrico, al no tener raíl propio, queda vacía la calle; es un modelo de movilidad que lleva años aplicándose y que quienes lo diseñaron creyeron necesario que los carriles fueran exclusivos para el BEI y así se hizo. Habrá influido también Osakidetza, las tensiones en materia de salud no han pasado desapercibidas y se han focalizado en el PNV.

Es partidario de reeditar el pacto PNV-PSE a nivel de Euskadi.

–Yo soy partidario de lo que diga el EBB, que es el responsable en esta materia.

Bueno, pues es lo que dice el EBB.

–El EBB es partidario de reeditar el pacto con el PSE a nivel global porque creemos que ha dado estabilidad, buenos frutos para la ciudadanía, seguridad en los gobiernos y lo que funciona bien, pues si se puede... porque esto depende de dos, y si ambas partes quieren avanzar... veremos cómo termina porque una cosa es ponerse a hablar y otra cómo acaba; eso está muy lejos todavía.

Si no puede ser a nivel de Euskadi, ¿defiende el pacto en Vitoria con Maider Etxebarria al frente?

–En cualquier caso, siempre que llegue a un acuerdo va a ser a nivel global, no voy a llegar a un acuerdo de una entidad en concreto, si hablamos, hablaremos de Araba. Prefiero un acuerdo global, marco, porque es mucho más fácil cuando las ejecutivas nacionales lo deciden, luego puede haber pequeñas modificaciones, propuestas más concretas en determinados pueblos y ciudades, pero primero tiene que darse ese acuerdo marco. De todas formas, falta mucho, faltan tres semanas para que ese acuerdo se aplique o no, si existe.

“En Álava, me duelen más los tropiezos grandes, lógicamente; perder Llodio y Agurain, y por pocos votos”

Pero podría ser sólo en Álava.

–No creo que se tome ese acuerdo sólo para Álava; ni lo creo ni lo deseo; creo que tiene que ser como el que hace cuatro años se hizo para Euskadi, ya que le da mucha más estabilidad a todo el proyecto nacional.

O sea, ni sólo para Álava ni sólo para Gasteiz.

–No, no veo un pacto exclusivo ni para Vitoria ni para la Diputación de Álava, veo un pacto global que luego habrá que adaptar a cada una de las instituciones, pero tiene que ser con unas premisas claras que aplicar.

En cualquier caso, en Vitoria no les da la suma PNV-PSE.

–Es que en este momento, no me estoy planteando llegar a un pacto en Vitoria, ustedes van muy deprisa, nosotros no, la prisa política va por otros caminos. Hace 48 horas no se conocían ni los resultados de Vitoria, ahora no estoy para darle vueltas a este tema todavía. Tenemos que hacer una valoración más fina de la situación y después ya hablaremos de los pactos; en lo que estoy es en montar toda la estructura necesaria porque nos han convocado unas elecciones generales el 23 de julio.

“Nos han votado siete mil personas menos en Vitoria; con la mitad, hubiéramos quedado los primeros”

Sopesa, entonces, que EH Bildu gobierne en Vitoria en minoría.

–Pues es una opción. Es que a mí no me toca en este momento tomar la decisión. Hemos sido los cuartos, nuestra responsabilidad es, por lo tanto, ver, esperar y luego decidir porque, eso sí, siempre decidimos, pero viendo. En Vitoria, la cuestión es que hay un partido que ha ganado las elecciones y no se lo discuto, con siete concejales; hay tres partidos que tienen seis concejales y otro que tiene dos. Si ya era complicado hacer pactos antes, ahora lo es más porque hay más partidos involucrados en una escala muy pequeña de votos.

Pues casi que ni le pregunto si se decantaría por PP o Elkarrekin.

–Ni me he puesto a pensarlo porque no es mi trabajo, nadie me ha hecho una propuesta sobre Vitoria, no me ha llamado nadie.

Rocio Vitero ya ha empezado a llamar a los partidos.

–Llamó ayer a la candidata del PNV pero, casualmente, esto no lo llevan los candidatos, lo lleva el partido y el responsable en Álava de los pactos, visualmente yo, y detrás de mí, la ejecutiva.

Pero usted anda mano a mano con Beatriz Artolazabal, más con lo que se ha implicado en esta campaña con la candidata jeltzale a alcaldesa de Gasteiz.

–Estoy mano a mano con Beatriz, pero cada uno tiene su papel. Esas decisiones se toman a otro nivel.

“No me arrepiento de haber sustituido a Urtaran por Artolazabal; tomamos la decisión más adecuada”

Por cierto, ha dicho que Artolazabal se queda la próxima legislatura en el Ayuntamiento de Vitoria.

–A mí nadie me ha dicho que se vaya a ir; no sé por qué se tiene que ir, cuando uno se presenta lo hace para ganar, pero hay veces que perdemos y tenemos que seguir trabajando para esas personas que nos han votado y, sobre todo, para ganar en las siguientes, ése es el objetivo. Tienes que estar a las duras y a las maduras.

¿Se arrepiente ahora de haber sustituido a Urtaran por Artolazabal?

–No, no, para nada. Cuando tomamos la decisión se hizo en función de una serie de parámetros que teníamos en aquel momento encima de la mesa, parámetros que no han cambiado.

¿Parámetros que no le daban a Urtaran ganador?

–Parámetros que de alguna manera debían ser modificados con una nueva propuesta. Ahí tuve en cuenta a la persona y también qué se decía, las sensaciones que había y las que nosotros teníamos; se tomó la decisión y por unanimidad porque pensamos que era la mejor, y creo que tomamos la decisión más adecuada. Ahora, los resultados han sido éstos, sí, pero eso hasta que no pasas por las urnas, no los sabes. ¿Cuáles habrían sido si no hubiéramos tomado esa decisión? Pues nadie lo va a saber nunca; especular puede hacerlo todo el mundo y criticarme también, pero el que toma decisiones se arriesga y yo estoy aquí para tomar decisiones, ése es mi trabajo.

Dijo que Urtaran tenía por delante un futuro político importante.

–Y lo tendrá.

¿Como candidato a diputado en el Congreso en las elecciones del 23 de julio?

–Pues mira, no lo sé, hoy tenemos la ejecutiva para hablar de candidatos y candidatas.

Qué casualidad. Pero van por ahí los tiros...

–No le puedo decir nada.

¿Sonaría un poco raro retirarlo como alcalde y al poco tiempo proponerlo para el Congreso, no?

–Hombre, se podría hacer esa lectura lógicamente, sale de un lado y va a otro, pero también es cierto –y con esto no les estoy diciendo nada– que una persona que deja un puesto, puede ir a otro. En el caso de Gorka Urtaran, dije que tendría futuro en política porque es un valor importante en la política y no podemos desechar esos activos, y lo sigo pensando. Igual que sigo pensando que Beatriz Artolazabal sigue siendo un gran activo y no tiene la culpa, quien gana o quien pierde es el partido, la responsabilidad es mía o del partido en general.

Por cierto, ¿cómo le vienen al ABB unas elecciones generales el 23 de julio?

–Hombre, pues imprevistas, totalmente imprevistas. El lunes desmontamos toda la instalación del voto por correo y ayer se volvió a montar. Además, en verano es muy posible que la abstención se eleve de forma considerable y la abstención no es buena. Está claro que responde a una urgencia, urgencia del presidente del Gobierno en clave de Estado, después de los resultados del 28M, y a mí me gustaría que fuera en clave de Euskadi, pero va a ser más difícil...

Y qué piensa que pretende Pedro Sánchez con este órdago, si se le puede llamar así.

–Pues, después de haber hecho un análisis sosegado o no sosegado, creo que ha dicho, es esta situación hasta diciembre me van a freír, me voy a desgastar porque se van a constituir gobiernos, se va a crear una bola... y ¿qué ha hecho? Romper la bola.

Hablemos de Álava. Ramiro González ha ganado, pero ha perdido municipios de peso.

–Seguimos siendo el partido con más concejales del territorio, a más de sesenta de diferencia de Bildu. Y más de cincuenta ayuntamientos de Álava van a ser del PNV. ¿Qué hemos perdido algunos? Claro. Otros también hemos ganado.

Se ha pasado toda la campaña pidiendo introducir la misma papeleta en ambas urnas, pero no ha convencido a la ciudadanía.

–Si hubiéramos metido la misma papeleta en las dos urnas, seríamos los segundos en Vitoria. Hemos tenido algunos tropiezos, no lo voy a negar.

Hay tropiezos que duelen más.

–Me duelen más los grandes, lógicamente, perder Laudio y Agurain y por un mínimo, perder por pocos votos duele más, pero tener más del 50% de los ayuntamientos no es una cuestión baladí. En el territorio nos ha ido bien, somos el primer partido.

Me dará un titular gordo, ¿no?

–No. No hay titular gordo. El titular gordo que busca es que el PNV se plantea formar gobierno con el PSE, incluso con los votos del PP, pero no hay titular, no estoy para titulares.