El Ayuntamiento de Artziniega ha dado por finalizada la renovación de varias zonas infantiles, que han supuesto un desembolso de 42.000 euros. La última en abrirse al disfrute del colectivo infantil ha sido la de Garai Plaza, en las inmediaciones de la propia Casa Consistorial, donde se ha instalado un nuevo juego; aunque también se han renovado o ampliado las áreas de juegos infantiles de la urbanización Axpe y la plaza de Artekale.

Con ello no han terminado de renovarse todas las áreas de recreo infantil del municipio. De hecho, el alcalde, Joseba Vivanco, adelantó a finales de diciembre en sus redes sociales que “el próximo en renovarse será el del patio del colegio Arteko Gure Ama”. Eso sí, de momento no hay fecha y lo mismo ocurre con la renovación de los juegos infantiles de la denominada Campa de La Encina, al encontrarse en las inmediaciones del Santuario de la patrona local. Una intervención que desde el Ayuntamiento esperan conseguir que sea el Departamento de Equilibrio Territorial de la Diputación Foral de Álava quien la aborde.

La que sí ha finalizado también en esta área recreativa, en las últimas semanas, es la reforma iniciada esta legislatura en los baños públicos de la misma, así como el bar, que ha visto mejorar su cubierta y habilitar puerta de accesibilidad al mismo. Las obras han supuesto una inversión de 35.000 euros y se han realizado con cargo al Plan Foral del Obras Menores y del servicio de Montes.

Panel medioambiental

Y es que también se ha instalado un panel medioambiental explicativo del entorno y otros de menores dimensiones sobre las especies arbóreas existentes. No en vano, en los jardines de Santuario de La Encina se encuentra una imponente encina, de más de quinientos años de vida, declarada Árbol Singular de Protección Especial en el año 1995, siendo uno de los únicos 25 árboles singulares de Euskadi (diez de ellos en Álava). De hecho, tiene una altura de 25 metros, un perímetro de tronco de 8,6 metros y una copa de más de 400 metros cuadrados, por lo que no es de extrañar que sea el símbolo de esta localidad, apareciendo en el escudo de la propia villa y no solo eso, sino que bajo su sombra se encuentra el monumento a la Junta de Ordunte. Institución soberana de origen medieval que bajo este ejemplar se reunía para dirimir asuntos comunes como el aprovechamiento de los montes y pastos.

Ahora queda “definir, en la siguiente legislatura, el uso del resto de casetas de la campa y acometer su renovación”, apostilla el regidor, que también ha dado cuenta del trabajo de limpieza, que ha acometido el servicio foral de Montes, a los árboles de caminos forestales. En concreto, a los del tramo que comunica Sojoguti y La Lastra “que se está ampliando donde es posible”, añadió.