La nueva calle de Oion, Pozo Fonso, que une la carretera a Logroño con la zona del polígono Parquesol y la estación depuradora de aguas residuales de esta localidad, aguarda su apertura a que la empresa eléctrica Iberdrola vuelva a canalizar el cable necesario para la iluminación del vial, ya que el anterior fue robado una noche. Así lo ha aclarado el alcalde, Eduardo Terroba, para quien esta calle ha supuesto un quebradero de cabeza desde su origen. En 2019 se anunció su construcción y no se presentaron alegaciones. Cuando terminó el plazo de exposición, una empresa aledaña a la obra presentó un contencioso por no estar de acuerdo y se tuvo que paralizar el proceso por orden judicial. 

Cuando se dio la razón al Ayuntamiento surgieron dificultades con los terrenos de la zona que da al polígono. Por ello se tuvo que construir la mitad de la calle y esperar a la resolución para completarla, lo que ya está hecho. Y cuando todo parecía en orden, unos desaprensivos se llevaron el cableado del alumbrado público. 

No es la única iniciativa que mantiene en vilo a la corporación municipal. Otros casos, como la adecuación del monasterio como viviendas sigue a la espera. Al Ayuntamiento han ido llegando comentarios de ofrecimientos a personas y sociedades, e incluso el precio ha llegado a bajar hasta los 800.000 euros. El problema es que para darle un uso residencial hay que realizar una modificación del Plan General y hasta el momento nadie lo ha solicitado. Es posible, según el alcalde, que esa fase, que puede llegar a durar hasta dos años, sea lo que echa para atrás a los inversores. 

Antiguo hotel

Una situación similar se vive en el antiguo hotel a la entrada de Oion. Aún en fase concursal, parece ser que se han ido sacando objetos o muebles del edificio, pero aún no se ha presentado en el Ayuntamiento ninguna documentación de reinicio de actividad o para realizar obras. 

En cuanto al Hotel Nagose, sin estrenar, ya hay un nuevo propietario, que podría estar a la búsqueda de financiación para poder abrir las puertas e iniciar la actividad, sin que hasta el momento se haya confirmado una fecha. 

Mejor resultado están teniendo las obras menores acometidas por el Ayuntamiento. Por un lazo se ha terminado de mejorar la calle de la Virgen Blanca, donde se ha ampliado la acera para que preste un mejor servicio a los peatones, ya que es una vía de mucho tránsito de personas. Se la ha dado una anchura de dos metros, aunque eso ha supuesto quitar una hilera de aparcamientos de turismos. 

La siguiente será la calle Santa Lucía, que tiene las aceras muy estropeadas. En este caso se va a construir un paso elevado a la altura de Kimu, con lo que se mejorará la accesibilidad y el tránsito por la zona.