Taichi Hara, un perfil para desequilibrar la balanza

Taichi Hara cabecea un balón durante el último duelo entre el Deportivo Alavés y el Huesca disputado en Mendizorroza. Iñigo Foronda

En la actualidad, y mientras el Deportivo Alavés no incorpore a un nuevo delantero durante el futuro mercado invernal, la titularidad de Miguel De la Fuente es indiscutible. Pese a que el futbolista vallisoletano no es el nueve goleador que sí tuvieron los últimos tres ascendidos a la élite (Almería, Valladolid y Girona), su labor incansable sobre el césped le ha hecho ganarse la confianza de Luis García Plaza, quien le ha alineado de inicio en 13 de los 15 partidos que ha disputado el conjunto babazorro en Segunda División.

No obstante, tal y como ha apuntado en diferentes ocasiones el técnico madrileño, para que el Glorioso acuda a la Virgen Blanca dentro de varios meses va a ser fundamental que toda la plantilla, y no solo los titulares, aporte al equipo. Y ahí, precisamente, entran hombres como Taichi Hara, cuya contribución en la parcela ofensiva durante sus cuatro primeros meses en Mendizorroza ya le ha brindado a la escuadra vitoriana tres puntos en liga y un billete a la segunda ronda de la Copa del Rey.

En el Camp d’Esports, además, la actuación del atacante nipón no se limitó únicamente a su gol en el segundo tiempo, cuando fue asistido en un córner por Salva Sevilla. A lo largo de todo el encuentro, Taichi actuó como la referencia que debe ser y, aunque no tuvo su día más efectivo –en gran parte por la brillantez del guardameta local–, sí fue el jugador babazorro que más dificultades generó a la zaga del Lleida Esportiu, incapaz de evitar sus finalizaciones tanto con la testa como con los pies.

Esa capacidad rematadora, superior a la de Miguel, es precisamente su mayor virtud y la que, en el Anxo Carro, le dio la victoria al Alavés frente al Lugo. Aquel día, el japonés saltó al césped gallego desde el banquillo y, gracias a su gran definición –precedida, eso sí, por un control extraño y curioso a la vez–, los albiazules lograron abrir la lata y, posteriormente, remontar un choque que, pese a su superioridad en todos los aspectos, se les había puesto muy de cara por la falta de acierto arriba.

La tarea pendiente de Taichi, ahora bien, es encontrar la regularidad; sobre todo, teniendo en cuenta que Luis García está contando bastante con él y que, además, lo considera su mejor finalizador. En Bélgica, como integrante de Sint-Truidense, la tuvo –también en su paso por Croacia– y ahora necesita entender al cien por cien lo que es la categoría de plata para, de esta manera, sacar el mayor provecho posible a sus aptitudes futbolísticas y, especialmente, físicas, pues destaca sobremanera en este aspecto.

Si se echa un vistazo a sus datos, el nueve nipón es, con 395 minutos, el 18º futbolista en la tabla de tiempo de juego del Alavés, encabezada por Antonio Sivera, y esto significa, por otro lado, que necesita 197 para marcar gol. Un registro no muy llamativo, pero superior al de Miguel (256), Rioja (298), Tenaglia (406) o Alkain (480), máximos anotadores de la escuadra gasteiztarra. En concreto, solo Mamadou Sylla (80), gracias a su diana en Butarque ante el Leganés, se encuentra por delante en ese aspecto.

Mamadou Sylla

La situación de este último, el atacante senegalés, es la única que preocupa a Luis García en estos momentos respecto a la enfermería. Desde su lesión en Can Misses, donde se resbaló y terminó golpeándose con el banquillo visitante, Sylla no ha vuelto a vestir la zamarra albiazul y esto ha obligado al entrenador madrileño a tener que afrontar los partidos con solo dos delanteros naturales. Algo que, por fortuna, no ha sido demasiado problemático al no haber sufrido ningún nuevo contratiempo.

Sin embargo, el técnico babazorro espera con deseo la vuelta del africano, según ha admitido varias veces en rueda de prensa, y sobre este momento muy poco o nada se conoce más allá de que la semana pasada ya saltó al césped, aunque no con el grupo. Cabe recordar, eso sí, que durante bastante tiempo se ha debatido la posibilidad de que pasase por quirófano, incluso después de que, a finales de septiembre, su regreso a las convocatorias pareciera una realidad que, desgraciadamente, no fue así. l