La Diputación Foral de Álava refuerza las medidas adoptadas para la lucha contra la propagación de la influenza aviar. La institución foral estableció hace más de un año medidas preventivas que han conseguido eludir los casos de esta enfermedad entre las aves domésticas, aunque la notificación de varios casos en aves silvestres en el entorno de Salburua ha llevado al servicio de Ganadería a establecer medidas extraordinarias.

Pautas de bioseguridad

El departamento de Agricultura ha comunicado a las personas que cuentan con aviarios y gallineros en los municipios incluidos en zonas de especial riesgo (Arrazua-Ubarrundia, Barrundia, Elburgo/Burgelu, Legutio, Vitoria-Gasteiz y Zigoitia) varias pautas excepcionales de bioseguridad que varían en función de las características de cada explotación, siendo obligatoriamente al menos las siguientes:

  1. Prohibida la cría de patos y gansos junto con otras especies de aves de corral.
  2. Prohibido el mantenimiento de aves de corral al aire libre. En caso de no ser posible, es imprescindible la colocación de telas pajareras o cualquier otro dispositivo que impida el contacto directo con las aves silvestres.
  3. Los comederos y abrevaderos de las aves domésticas deben estar completamente protegidos de las aves silvestres.
  4. Queda prohibida la presencia de aves de corral u otro tipo de aves cautivas en certámenes ganaderos, muestras, exhibiciones y celebraciones culturales, así como cualquier concentración de aves de corral u otro tipo de aves cautivas al aire libre.


Sin riesgo para las personas

Este virus cuenta con un muy bajo potencial de infección a las personas, pero las autoridades sanitarias recomiendan minimizar el contacto innecesario con las aves que muestren síntomas clínicos o se hallen muertas en el campo. En cualquier caso, se recuerda que el virus no puede ser transmitido a través del consumo de carne de ave, huevos o cualquier producto alimenticio a base de aves.

Actualmente Europa está viviendo una de las epidemias de influenza aviar más importantes de los últimos años, habiéndose notificado en el último año alrededor de 6.000 casos en 36 países. Esta enfermedad animal es transmitida principalmente por las aves silvestres, que son portadoras naturales de este virus, y las aves acuáticas migratorias juegan un papel fundamental en la propagación de la enfermedad. Es por ello que, con el actual comienzo del periodo migratorio de las aves, el riesgo de propagación de la enfermedad está aumentando considerablemente.