Unos días antes de la bajada de Celedón desde la torre de San Miguel, Zalduondo recordó ayer a su particular vecino, protagonista de las fiestas de Gasteiz, con un programa festivo que en el que se repitió la transformación del agua de la fuente del pueblo en vino. Decenas de personas llegadas de todos los rincones de la geografía alavesa despidieron a Celedón, antes de que reaparezca el día 4 de agosto en Vitoria con un encuentro en el que no faltaron el deporte o la música, todo ello regado con un buen vaso de Rioja. 

La jornada festiva dio comienzo con los partidos de pelota. En primer lugar los encuentros estuvieron protagonizados por los propios pelotaris locales, jóvenes promesas del deporte que día a día entrenan con esfuerzo y tesón para conseguir sus metas. Ibai, Amets, Aretx, Gorka, Oihana, Urko, Mikel y Oihan fueron vitoreados por el público congregado en el frontón municipal. Después Madalen Etxegaria y Miren Larrarte ofrecieron un recital pelotazale donde además de buen juego se visibilizó el deporte femenino que rompe con los mitos de falta de capacidad de las mujeres para desarrollar cualidades físicas y se dio un impulso a su participación en el deporte, creando referentes femeninos.

Los primeros sonidos de los bertsos se oían a través de los altavoces cuando cuadrillas de amigos y familiares trataban de hacerse un hueco en el parque donde está instalada la fuente de Celedón para preparar la mesa de la merienda. Charlas y encuentros se sucedieron hasta que el txupín surcó el cielo zalduondarra para anunciar el milagro de la fuente. Por unas horas el grifo, que habitualmente calma la sed de ciclistas de paso, niños que juegan en los columpios cercanos o vecinos que pasean por la zona, dejó de dar agua y comenzó a manar vino de Rioja Alavesa.

Aquellos que acudieron al parque de Torrelarre, donde se encuentra la fuente, sin su merienda tuvieron la oportunidad de degustar los txoripanes gentileza del ayuntamiento. La mayoría de los asistentes tuvieron que esperar pacientemente la cola para conseguir un vaso de vino y el tan apreciado txoripán. Alrededor de 250 litros de vino se repartieron para honrar a Celedón, en cuya casa de Zalduondo se mantiene una placa que refleja dónde nació el conocido aldeano.

Una bonita historia

Según su partida de nacimiento, Celedón Anzola García de Andoin nació el 25 de septiembre de 1796. Al parecer, era de oficio albañil y con 21 años se trasladó a Gasteiz y vivió en la calle Zapatería. Tenía fama de hombre honrado y trabajador y también amigo de frecuentar tabernas y ventas en sus ratos de ocio.

En el año 1971 un grupo de vecinos de Zalduondo impulsaron la colocación de una fuente en su honor que en vez de agua vertiese vino, dando así su particular despedida a Celedón antes de que apareciera en Gasteiz a dar inicio a las fiestas efectuando la bajada que envuelve a la ciudad de un gran espíritu de alegría. Cosa que sucede desde el año 1958.

Celedón, gentil donde los haya, obsequió a sus paisanos y visitantes con varios cientos de litros de vino. Durante unas horas la fuente erigida en honor al mítico personaje emanó vino de Rioja en vez de agua. Varios cientos de personas refrescaron sus gargantas con el caldo recogido en jarras por los mozos y mozas del pueblo.

Decían de Celedón que le gustaba mucho el vino y el ron, que sabía “nadar y guardar la ropa”, que tenía un carácter alavés y como tal gozaba echando un trago con sus amigos y jugando al mus con la cuadrilla y rezando ante la Virgen Blanca.

La figura de Celedón esculpida en la fuente recuerda al mítico personaje festivo. Fabricada en un muro de mampostería, está esculpida la figura de Celedón con su habitual atuendo: blusa, tocado con boina y acompañado de bota y paraguas y la inscripción Zalduondo a Celedón y la fecha 1 de agosto de 1971. En la parte posterior se ve un mojón kilométrico que reza Vitoria, 33,6 kilómetros, Alsasua 19,4 kilómetros. El peso del monumento es de 490 kilos. Fue realizada por el escultor tolosarra Juan López Jiménez, de acuerdo con su amigo Fernando Goenaga, y participaron en su colocación los vecinos Vidal Imaz, Paco Lauente, Blas Arratibel, José Luis Santaeulalia, Eduardo Ribaguda y Cruz Mujica.

Tras dos años sin festejar su marcha Celedón quiso congratularse con sus vecinos y amigos convirtiendo el agua en vino y aprovechando para llenar su propia bota antes de partir a las fiestas de Gasteiz.