El Servicio de Sostenibilidad Ambiental de la Diputación alavesa aprobó pasado 27 de junio la Declaración Ambiental Estratégica del Plan Especial del parque fotovoltaico Ekienea de Lacorzana, en el término municipal de Armiñón, que con 170 hectáreas de superficie ocupada y una capacidad de generación de 135 megavatios será el huerto solar más grande del territorio alavés, por delante de Ekian, con 55 hectáreas de superficie y 24 megavatios. Ekienea producirá aproximadamente 175.500 megavatios/hora anuales, que equivalen al consumo eléctrico de 70.000 familias en un año, lo que evitará la emisión de cerca de 42.300 toneladas de CO2.

El parque solar de Armiñón se ubicará junto a vías como la AP-1 o la AP-68. Pilar Barco

Fuentes forales señalan a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA que la semana que viene este documento se remitirá a la COPU (Comisión de Ordenación del Territorio del País Vasco), que ha de emitir un informe al respecto y devolver la documentación al Ayuntamiento de Armiñón. A partir de entonces, la institución municipal deberá solicitar la aprobación definitiva a la Diputación y poder seguir así adelante con el Plan Especial.

Tras finalizar la fase de consultas a las administraciones públicas afectadas y a las personas interesadas, y una vez recogidas y contestadas las alegaciones planteadas y realizados los pertinentes estudios de afección medioambiental, la Diputación opta por un proyecto que prevé habilitar una franja de protección de 150 metros desde el perímetro de la laguna de Lacorzana, 100 metros más que la protección mínima exigida. Así, una zona utilizada hasta ahora para cultivo pasará a ser refugio de anfibios y odonatos (libélulas y los caballitos del diablo).

Además se establecen retiros de 100 metros al sur del parque para permitir la conexión con el Zadorra y la ZEC del río Ebro, y de otros 40 metros al oeste que funcionarían como zona de amortiguación y corredor verde entre la laguna y el coscojar ubicado en la zona norte. En cuanto a la subestación eléctrica necesaria para poner en funcionamiento el huerto solar, se ha optado por una ubicación “suficientemente alejada” del humedal y de la ZEC del río Zadorra.

Se opta por esta alternativa frente a otra que contemplaba colocar placas fotovoltaicas en la ladera sur del cerro ubicado en la localidad, una zona de pendientes pronunciadas, muy expuesta visualmente y con vegetación natural. Los impactos generados por esta alternativa serían “de muy alta magnitud”, señala la declaración ambiental.

Alianza público-privada

El parque de Lacorzana lo promueve la sociedad Ekienea SL, formada por Eólicas de Euskadi, Energy Berri y la sociedad foral Enargi, una alianza público-privada que optó por construir Ekienea en Lacorzana, frente a otras alternativas, como Berganzo o Araka, por tratarse de una zona llana y muy antropizada. En el entorno, recuerda el documento, se localizan el área urbana de Miranda de Ebro, varios polígonos industriales e infraestructuras viarias como la AP-68, la AP-1, la A-1, la A-4157, la A-2120 y la N-124, así como el ferrocarril. Además, por la zona, cercana al parque solar Ekian, pasa una línea eléctrica de alta tensión y un oleoducto.

En cuanto a los valores medioambientales de este área, se han realizado estudios sobre la laguna de Lacorzana, la ZEC del río Zadorra, el quejigal y coscojar ubicado al norte de la zona seleccionada, o los suelos agrícolas de alto valor estratégico.

La opción elegida se aprueba tras recibir y responder a las alegaciones presentadas por particulares y entidades como la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Equo Berdeak, el Instituto Alavés de la Naturaleza, la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Agencia Vasca del Agua, URA; y distintos servicios y direcciones de la Diputación y el Gobierno Vasco.

Con todo el procedimiento ya desarrollado sobre la mesa, el Servicio de Sostenibilidad Ambiental “valora ambientalmente admisible” el Plan Especial para la construcción del parque, siempre que se cumplan una serie de condicionantes. Por ejemplo, la plantación de árboles y arbustos para reforzar la vegetación ribereña, la restauración ambiental en las zonas de servidumbre de la línea de alta tensión, el oleoducto y las carreteras, la renuncia al uso de herbicidas en el mantenimiento el parque, o el uso de iluminación de bajo impacto.