- A lo largo de las últimas semanas la Diputación alavesa está recorriendo las cuadrillas del territorio para presentar a los vecinos y vecinas el proyecto Ekiola en el territorio, la constitución de cinco comunidades energéticas de formato cooperativo asistidas y participadas por las administraciones locales y la institución foral. El proyecto nació de la colaboración entre el Ente Vasco de la Energía y la ingeniería promotora Krean, integrada en la Corporación Mondragón, abarca todo Euskadi, y en Álava empieza a dar sus primeros pasos para convertirse en realidad.
Tras la celebración de la última charla, el pasado lunes en Pobes, los habitantes del medio rural alavés ya conocen las condiciones para asociarse a este proyecto. DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA ha sondeado a tres personas que han decidido sumarse a la iniciativa.
Ibone Santos vive en Corro, Valdegovía, desde hace un año, y no tiene tanto problema con el gasto en electricidad como con el propano. Sus motivaciones para sumarse al proyecto son otras. "No solo es una iniciativa para ahorrar, además es renovable, de kilómetro cero y abierta a cualquiera. Por mi formación y filosofía, pues soy ambientóloga, casa conmigo. Me pareció positivo y propio de los tiempos modernos; en un concejo tan pequeño como este es el futuro", afirma.
Ibone recuerda que en lo relativo al ahorro económico habrá que esperar, "porque hay que hacer una inversión en función de la potencia contratada, pero mi interés va más allá", insiste, porque "hoy en día es indispensable pensar en una energía renovable y de cercanía, y además en este caso es entre socios cooperativistas".
En cuanto a la charla en la que se presentó el proyecto a los vecinos de la zona, y aunque dice no fiarse mucho de los políticos, le pareció que "se sabía de lo que se hablaba y la implicación era total; es para el beneficio de la ciudadanía y hay ya mucho trabajo adelantado".
Juan Pablo Álvarez, vecino de Elburgo, puso placas solares en su tejado hace ya veinte años, más por una cuestión de sostenibilidad que de ahorro económico. "Hicimos cálculos, creíamos que se amortizarían en diez años pero al final no ha sido así; el dinero que nos iba a dar el Ministerio de Fomento de Álvarez Cascos ni lo hemos visto ni lo vamos a ver", recuerda este jubilado, muy crítico con la manera en que se ha desarrollado hasta ahora el despliegue de las energías renovables en el Estado. "El problema que tenemos es que todo esto se ha privatizado, quienes nos metieron en esto viven como marqueses en los consejos de administración, y la cooperativa es lo más parecido a una empresa colectiva común; vamos a ir de cabeza", asegura.
De hecho, desarrolló su vida profesional en el mundo de las cooperativas y por eso, "aunque tampoco en las cooperativas es todo tan bonito como se cuenta", recibe con los brazos abierto la posibilidad de formar parte del proyecto Ekiola de Agurain. "La cooperativa es una solución magnífica, hay planes a futuro, a treinta años, y si se dan las condiciones para ampliar o instalar energía eólica también es posible", señala Juan Pablo, a quien en la charla correspondiente le explicaron que puede cambiar de domicilio, e incluso de provincia, y seguir siendo socio del ekiola.
La diferencia entre la opción de los ekiolas y otras cooperativas locales, apunta, es que detrás están las instituciones y "empresas punteras".
Josean Aranda, vecino de Zuia, asistió a la charla celebrada en Izarra, y considera que el proyecto Ekiola "es un chollazo", una iniciativa "bien pensada y organizada", pero considera que "le tienen que dar una vuelta a un tema". Se refiere al hecho de que muchos vecinos de las zonas rurales alavesas tiene la posibilidad de poner placas en los tejados de sus casas, y cree que proyectos de este tipo pueden "inhibirles" a la hora de instalarlas. "Hay que sumar absolutamente todo, porque la carencia de energía va a ser el principal problema que vamos a tener como sociedad", argumenta Aranda, que en todo caso ha visto "bastante interés" en Zuia por la iniciativa.
Sí advierte de que hay gente en Gorbeialdea que no ha llegado a enterarse de la puesta en marcha del proyecto, y de otras personas que no saben de la apertura del plazo de preinscripción.
En todo caso, celebra la llegada de iniciativas de este tipo y cree interesante que se sumen también como socios pequeñas empresas o explotaciones ganaderas, si bien estos grandes consumidores "suelen tener terrenos" susceptibles de albergar energías renovables.
Según insiste Aranda, es necesario aprovechar todo el espacio disponible para instalar paneles solares, y por ello insta a las administraciones a ofrecer espacios apropiados y evitar así ocupar otros suelos "que cumplen con su función". "Hay embalses, carreteras, parques infantiles, tejados, aparcamientos, hay cientos de hectáreas susceptibles de albergar huertos solares", concluye.
Ahora que ya han finalizado las charlas informativas por las cuadrillas llega el momento de ir avanzando en la construcción de estos espacios llamados a sumar en el camino hacia la sostenibilidad energética del territorio alavés y el cumplimiento de la Ley de Cambio Climático.