Este año sí. Después de varias ediciones tumbadas por la pandemia del coronavirus, este año los más fieles a la Semana Santa volverán a disfrutar de una amplia programación donde será la gran protagonista las procesiones que vuelven a las calles de Vitoria.

Desde la Diócesis de Vitoria junto con las distintas Cofradías ultiman los detalles para vivir esta Semana Santa con gran devoción e ilusión. "Tras dos años de Semana Santa en una situación extraña por la pandemia, de nuevo hemos vuelto a llenar la agenda de actos", explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Iñaki Ruiz de Azúa, presidente de la Cofradía de la Vera Cruz y portavoz de las Cofradías penitenciales de Semana Santa en Vitoria.

La programación elaborada para esta Semana Santa que comienza en pocos días es amplia y está creada con mimo y esfuerzo. Además de las distintas misas que ha convocado la Diócesis, las procesiones vuelven a las calles.

De las ellas destacan dos: la Procesión del Silencio (el jueves a las 21.00 horas con la salida desde la Iglesia de los Desamparados) y la Procesión del Santo Entierro (el viernes a las 21.00 horas, con la salida desde la Iglesia de San Vicente). Pero también habrá más.

Por ejemplo, el viernes a las 19.30 horas dará comienzo la procesión de la Virgen Dolorosa, desde la Iglesia de San Vicente y hasta la Catedral de Santa María (y el regreso). El jueves Santo -14 de abril- se celebrará también la Procesión del Silencio (desde la Parroquia de los Desamparados, por la calle Ortiz de Zárate, Fueros, San Prudencio, Dato, Postas, Plaza Virgen Blanca, Mateo Moraza, Estatuto de Gernika, Olagibel, Fueros, Postas, Paz y Desamparados).

También tiene importancia y gran protagonismo el Pregón que se celebró el viernes en la Catedral de Santa María. Fue realizado por José Domingo Rozas, deán de la Catedral y es un inicio o recordatorio que augura que faltan pocos días para que se celebren días importantes para los ciudadanos y en especial para los más religiosos.

Toda esta programación ha sido elaborada con mimo, esfuerzo e incluso con miedo; miedo a que el esfuerzo no sirviese para disfrutar de la Semana Santa en conjunto con la sociedad; miedo, a que una vez más, el coronavirus y las restricciones impidiesen que los más fervientes pudieran volver a salir a las calles. "La verdad es que como la situación cambia de un momento a otro, estábamos a la defensiva. No sabíamos si íbamos a tener permiso, tampoco sabíamos si los cofrades iban a estar con ánimo de procesionar, dudábamos de si hacer el reparto de hábitos o no era oportuno€ finalmente, todo va muy bien y estamos muy contentos", confiesa Ruiz de Azúa.

Por eso, esta edición se está viviendo con mucha ilusión, pero también con mucha esperanza. De hecho, desde las cofradías se está trabajando con mucha más antelación de lo normal. "También estamos trabajando con más criterio y orden que nunca", asegura. "Hemos sufrido un pequeño revés ya que las bandas de tambores que nos acompañaban en los últimos años no van a poder estar listas para esta edición€ han tenido bajas y no han podido ensayar. Por el contrario, el día de Jueves Santo nos acompañará la Bilboko Gazte Banda que interpretará marchas clásicas procesionales. Marcharán justo detrás del paso de la Santa Cena para dar importancia a la Eucaristía que esa tarde de Jueves Santo es central", añade.

Para que estos días de Semana Santa salgan a la perfección y se reviva la vida, muerte y resurrección de Jesús, los cofrades llevan meses trabajando en las procesiones y en la agenda. Comenzaron con más intensidad tras finalizar las Navidades. Con ilusión, pero también afrontando situaciones complejas. Según destaca Iñaki Ruiz de Azúa, lo más complejo es coordinar a las personas. "Cada una tiene un lugar concreto en la procesión, pero también cada una tiene unas circunstancias personales diferentes. Nos reunimos la junta de gobierno y trasladamos las ideas de los distintos jefes y jefas de paso€ Hay que pensar en la viabilidad del recorrido y los permisos, en que todo esté a punto, los pasos y sus carros, la música, las flores, el protocolo€ según se acerca la fecha, nos ponemos más nerviosos, es lógico. Y algunos años, si llueve, todo el esfuerzo queda en nada. Pero es así. Lo importante es que la Semana Santa no pase desapercibida en nuestra ciudad".

De hecho, cabe destacar que todo este esfuerzo lo realizan más de 400 personas. "En nuestra Cofradía somos alrededor de 400 cofrades, aunque en la procesión participamos alrededor de cien. En Vitoria las cofradías penitenciales son minoritarias a diferencia de otras ciudades y pueblos como Málaga, Sevilla, Cartagena, León, Segovia, Zamora, Burgos, Logroño€ incluso Orduña o Bilbao", explica.

Perfil de los cofrades

¿Cuál es el perfil de las personas que preparan las procesiones?, ¿existe y se da el relevo generacional o cada vez son menos jóvenes los que participan en estos actos y eventos religiosos? Lo cierto es que según valora el responsable de las cofradías, el perfil es absolutamente variado. De hecho, asegura que es precisamente el perfil "lo mejor de la Cofradía". Comparten las tareas personas de todas las edades, género, raza, ideología y estatus social.

"Nos preocupamos entre todos y nos tenemos respeto", asevera. "Estábamos preocupados porque no acababa de cuajar el relevo€ Es decir, llegan jóvenes, pero por las circunstancias de la vida, no tienen continuidad. Este año estamos muy esperanzados porque se han acercado chicos y chicas jóvenes. No son muchos, pero para nosotros cada uno de ellos es importantísimo", dice y pone un ejemplo: La persona que llevaba el estandarte en los últimos años no ha podido continuar por dolor en sus rodillas, "pero nos ha hecho mucha ilusión que su relevo sea un chico de 17 años que el próximo año comenzará a estudiar medicina. Tenemos portador de estándares para años, de eso se trata".

Así, según su valoración, poco a poco comienza a despertar el interés de los jóvenes por la religión y las procesiones. "Si no se acercan más a nosotros es porque les resulta difícil", zanja. Por ello, según valora en este sentido, "tenemos que trabajar más en este sentido, en ser atractivos a las nuevas generaciones. En otras ciudades, una puerta de entrada es la banda de los tambores". Por ejemplo, en Logroño. "Queremos formar una banda propia de la Cofradía de la Soledad como la que tuvimos hace décadas".

"Después de dos años de ausencia vuelven a nuestras calles las Procesiones de Semana Santa y esto es motivo para el optimismo para todos por la normalidad que se va poco a poco retomando. Las cofradías penitenciales de nuestra ciudad y de todo el territorio histórico, han acumulado ganas y motivaciones para identificarse con los Pasos que portarán. Auténticas escenas del Evangelio para posicionarse frente a Jesús o a su Madre en el dolor y en la alegría. Dos años de experiencias de dolor y alegría acumuladas para ponerse en contacto con el Evangelio de Jesús en nuestra iconografía. Con sentido común, con mascarilla donde se precise y manteniendo todo lo posible las distancias, aún en el exterior, mi invitación y bendición para que esta Semana Santa transcurra saludablemente en los templos y fuera de ellos", desea y concluye el obispo de Vitoria Juan Carlos Elizalde en este periódico.