Cuando entras en Don Pollo el olor es inconfundible, te recuerda a la cocina de tu ama o de la abuela, a los guisos que llevaban horas al fuego.

Desde antes de las nueve de la mañana Rosa se afana en la cocina para que todo esté a punto a las once, cuando el local abre de cara al público. La tarde anterior y parte de la noche, su compañero Faisal se ha encargado también de dejar listas varias elaboraciones.

Frente al instituto Molinuevo, en la calle San Ignacio de Loyola, este negocio de comida para llevar se está haciendo un hueco en la agenda de los móviles de muchos vitorianos, que ya lo tienen entre sus favoritos sobre todo los fines de semana, cuando más comida a domicilio se pide.

Menú variado, de calidad y económico

Con productos de calidad y frescos, Faisal, que está al frente del negocio, y Rosa, una excelente cocinera, elaboran a diario un menú muy económico (por menos de siete euros) que hace las delicias de los clientes de este negocio (teléfono de contacto: 945 311 400), donde la estrella inconfundible los fines de semana es el pollo asado y las patatas fritas.

El menú diario que ofrecen es de lo más variado, con ocho primeros para elegir (ensaladilla rusa, espaguettis 5 delicias, macarrones con tomate, lasaña de carne, ensalada o menestra, paella, calabacín encebollado, patatas a la riojana o pisto manchego, según el día) y seis segundos (albóndigas en salsa, alitas o pechugas de pollo, lomo con pimientos, merluza a la romana, filetes rusos, ternera al estilo asiático, txipirones o empanada).

De Pakistán a Vitoria en el año 2009

Faisal vive en Vitoria desde 2009. Llegó de Pakistán hace 13 años debido a la complicada situación política que su país vivía entonces.

Recuerda que sus inicios en la capital alavesa fueron duros, pero con mucho esfuerzo y ayuda de amigos, este emprendedor ha sabido hacer de Vitoria su ciudad. Se acuerda mucho de las personas que le ayudaron al principio con el idioma, "mientras les enseñaba inglés yo aprendía castellano".

Trabaja de intérprete para Extranjería, en centros de menores y juzgados. Tiene una cuadrilla de amigos para salir por el Casco Viejo, y vive con su pareja, a quien le agradece su comprensión debido a todas las horas que tiene que invertir en su establecimiento.

Y desde finales de 2020 está al frente de su propio negocio, Don Pollo, un comercio de comida para llevar con una clientela fija (tanto gente joven como vecinos mayores del barrio de Coronación y del Casco Viejo que después de su paseo diario van a recoger la comida) y con gente de otros barrios (Salburua, Zabalgana,...) que sobre todo se acercan los fines de semana.

En un ciudad como Vitoria lo que le está funcionando es el boca a boca para recibir clientes nuevos todos los fines de semana. Incluso turistas que pasan por la zona, en alguna ocasión han comprado comida en Don Pollo para luego aprovechar el buen tiempo y sentarse en el Parque del Norte a comer antes de seguir conociendo Vitoria.

Viernes, sábados y domingos es habitual ver a los repartidores frente al establecimiento esperando a recoger los pedidos que cada vez más gente hace.

De niño se colaba en la cocina entre las mujeres

Faisal (o Mani como le conocen sus amigos) recuerda que siempre le ha gustado mucho cocinar. "En mi casa, cuando era niño, me gustaba colarme en la cocina con mi madre, mi abuela y mis hermanas". No es algo habitual en su país pero "su padre, un hombre comprensivo y progresista, nunca se lo prohibió".

Pero donde verdaderamente aprendió a cocinar fue mientras estudiaba Ciencias Políticas en la universidad, una época donde compaginó sus estudios con un trabajo de noche en un hotel. "La cocina del hotel era mi sitio favorito, y aunque cocinar no estaba dentro de mis obligaciones, me las fui arreglando para que quienes cocinaban, en su mayoría mujeres, me enseñaran en sus ratos libres".

Cuando llegó el covid, le despidieron de la empresa de mecanizados donde trabajaba en Vitoria. Entonces Faisal vio la oportunidad de ponerse al frente de su propio negocio en la capital alavesa, "y si era cocinando mucho mejor".

Tal y como recuerda, Don Pollo estaba en traspaso y su antigua propietaria colaboró con él los primeros meses hasta que todo estuvo a punto para quedarse él solo.Lo mejor, el trato diario con la gente

Además de cocinar, lo que más le gusta a Faisal es el trato diario con la gente que llega hasta su establecimiento. Reconoce que su trabajo implica muchas horas, pero está muy a gusto. "Las horas de trabajo ni las cuento, y el papeleo me cuesta un poco".

Trabajando mano a mano con Rosa ofrecen comida tradicional a diario, mediterránea y vasca. "La comida típica paquistaní también está teniendo muy buena acogida entre los clientes", señala Faisal.

La estrella de su cocina, sobre todo los fines de semana y los días festivos, es el pollo asado. "Invertí mucho tiempo al principio en encontrar un proveedor que me ofreciera pollos realmente frescos y de tamaño XL. Es lo que ofrecemos, pollos asados condimentados con especias y regados con caldo que cocinamos nosotros lentamente".

La subida del precio del gas y de la luz lo está notando mucho en las facturas que tiene que pagar. "Tengo que hacer muchos números para que las cuentas cuadren". Pero con esfuerzo y actitud, Faisal y Rosa siguen adelante ofreciendo sobre todo calidad a todo aquel que se acerque en busca de comida rica.