El PP de Ayala ha denunciado este lunes la “falta de implicación y ninguneo” en el matadero de Llodio. La portavoz del PP de Ayala, Montse Canive, ha apuntado que “el alcalde de Llodio ha cerrado el matadero sin ninguna justificación y sin aportar solución alguna para todos los ganaderos implicados”.
En palabras de Canive, “han mentido sobre los motivos reales del cierre del matadero, como ya se puso de manifiesto con el archivo de la denuncia presentada; han mentido cuando prometió una pronta reapertura y, con su actuación, ha dado la puntilla a muchos ganaderos que intentan ganarse la vida como mucho esfuerzo y sinsabores”.
El hecho de no tener un matadero cerca repercute “muy negativamente en su ya maltrecha economía. Algunos ganaderos afirman que cuestan más los transportes que el género”, ha sostenido la portavoz. Por ello, desde el PP de Ayala han insistido en que es preciso buscar una solución para la implantación de un centro integral
cárnico.
Consecuencias
Los populares han recordado que más de 3.000 cabezas de ganado eran sacrificadas en el matadero de Llodio y, debido al cierre injustificado, en la actualidad cerca del 40% son sacrificadas fuera del País Vasco y el 60% en Gipuzkoa, "con los costes añadidos y la pérdida de label vasco por sacrificios fuera de Euskadi".
“Estos sobre costes en el transporte y sacrificio hace que muchos carniceros compren su género fuera del País Vasco, perdiendo poder local y garantías sanitarias”, ha puntualizado.
Supervivencia del sector
En la comarca de Ayala la importancia del sector ganadero, tanto desde el aspecto económico, social y medioambiental, es muy elevada. Por ello, Canive ha reiterado que “la existencia de un matadero cercano a las explotaciones es vital para su supervivencia y desarrollo futuro”.
Canive ha detallado que las explotaciones ganaderas en el País Vasco han ido desapareciendo de nuestro entorno "de forma alarmante en los últimos 30 años". Hemos pasado de las 27.086 explotaciones ganaderas en 1989 a 24.442 en 1999, 16.554 en 2009, 11.249 en 2022, es decir, casi dos de cada tres explotaciones ya no existen.
Los datos en Álava tampoco son mejores porque la caída de las explotaciones es drástica. De 5.903 en 1989, 5.246 en 1993, 3.691 en 2020 a las 3.410 en 2022, "es decir, se han perdido casi la mitad".