- El colegio Fabián Legorburu de Areta ha creado un coro y orquesta con niños y niñas de 6 a 16 años, que desde el primer día eligen un instrumento y aprenden a tocarlo. Este proyecto, denominado Musika guztiontzat, ha surgido de la mano de un grupo de músicos venezolanos exiliados, con gran formación, que provienen del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela (Fundación Musical Simón Bolívar), desde donde se ha extendido a muchas partes del mundo. Su objetivo no es otro que ofertar una alternativa músico-cultural a menores, residentes en contextos socio-culturales, y de aquí que la iniciativa de carácter eminentemente musical, sea también participativa e integradora, pues potencia la convivencia intercultural y la participación social de menores de diversas culturas, residentes en contextos sociales a través de la práctica músico-coral.

"A los participantes se les imparten clases dos días a la semana, ofreciéndoles formación en lenguaje musical, clases individuales de instrumento (cada uno el que escoja), y clases de coro y de agrupaciones instrumentales que, en el caso de Areta, se están impartiendo en la casa de cultura del barrio", explica Maialen González Resa, de la AMPA del Fabián Legorburu.

El proyecto, como se señalaba, se inspira en la experiencia previa vivida por estos músicos en su país de origen, Venezuela, donde el impulsor fue José Antonio Abreu que, entre otros, recibió en el año 2008 el premio Príncipe de Asturias de las Artes; y a parte del objetivo general ya citado, pretenden ofertar un programa de formación asequible, en las áreas de lenguaje musical, e instrumentos de cuerda (violín, viola, violonchelo, contrabajo) y viento (clarinete, flauta Piccolo, oboe, tuba, cornos, fagot, trombón, trompeta, tuba).

En el apartado instrumental tampoco se han olvidado de la música vasca (txistu, trikitixa, acordeón, alboka, txalaparta), ni de la percusión sinfónica y afrolatina (redoblantes, platillos, triángulos, xilófono, marimbas, castañuelas, bombo, panderetas, tímpanos, vibráfonos, maracas, yembé, congas). A todo ello se añade el canto coral, y la firme intención de organizar conciertos abiertos al público para mostrar los aprendizajes adquiridos, impulsando el reconocimiento social de los menores a través del proyecto músico-coral emprendido. De hecho, las pasadas navidades ya ofrecieron su primer concierto, al que seguirán muchos más durante este 2022.

Otra de sus metas y nada baladí es la creación de un banco de instrumentos musicales con donaciones públicas y privadas para que los jóvenes puedan disponer de ellos de forma asequible. "Dadas las dificultades que presentan los participantes en el proyecto para la adquisición por cuenta propia de un instrumento musical, el banco social de instrumentos es un elemento fundamental para poder llevarlo a cabo", explican; al tiempo que subrayan que los instrumentos de este fondo social "serán destinados en su integridad a la formación musical del alumnado beneficiario del proyecto".

La asociación, por su parte, velará para que se utilicen "exclusivamente" conforme a los fines marcados en el proyecto, en calidad de préstamo durante las clases de estudio y formación. En una etapa posterior, los participantes que superen un determinado número de horas formativas y manifiesten especial interés, "podrán llevarse el instrumento a su casa, responsabilizándose la familia a través de documento escrito y suscripción de una póliza de seguro, del instrumento prestado", informan.

Las personas interesadas en colaborar con este proyecto socio cultural en beneficio de jóvenes y niños, lo pueden hacer a través del banco social de instrumentos, o realizando una aportación económica. Mientras tanto, ellos seguirán atendiendo en la casa de cultura del barrio de Areta en Llodio a todos los que deseen estudiar música sin importar el lugar donde vivan. En este sentido, desde la AMPA del Fabián Legorburu se invita al alumnado de otros centros escolares del municipio, a que se sumen a este proyecto.