s difícil escribir un panegírico post mortem. Nadie que no lo ha sido se hace bueno por morir por eso las elegías tienen que forzar aspectos positivos, si los había, en relación al difunto o impostarlos. No es este el caso de Félix, un panegírico virtuoso es una verdadera radiografía de su personalidad y de sus cualidades.

Félix fue un humanista y un sacerdote de los solidarios de verdad en el post franquismo y en la turbulenta transición política tras la muerte del dictador que tuvo su clímax en los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Gasteiz. El Félix sacerdote se alineo con los trabajadores de Gasteiz en una época de cruel represión e ignorancia de sus derechos, lo que le costó su detención y su relación con Jose Ángel Cuerda, su abogado defensor, que se mantuvo a lo largo del tiempo.

El Félix político fue un hombre tranquilo, pero no fue un hombre pasivo. El primer consejero de Agricultura del Consejo General Vasco (ente preautonómico) y de las primeras legislaturas del Gobierno vasco puede presumir de muchas cosas, por citar algunas en el ámbito del sector primario de Euskadi: fue el consejero que se enfrentó al Consejo Regulador defendiendo los intereses de los viticultores de la Rioja Alavesa (todavía recuerdo la taumaturgia argumentativa de las resoluciones del consejero defendiendo estos intereses contra el inmenso poderío del Consejo Regulador); bajo su mandato AZTI inició sus actividades, nos estamos refiriendo a un centro científico y tecnológico que desarrolla, de forma referencial, proyectos de transformación de alto impacto con organizaciones alineadas con los ODS 2030 de Naciones Unidas ; no se puede olvidar su lucha por los intereses de los arrantzales en los albores de la creación de la Política Agraria Común, y un largo etcétera de aportaciones de un hombre tranquilo y firme en sus convicciones en la defensa de los intereses del país y el impulso de Itsas lur.

Como diputado general de Araba entre 1995 y 1999 podemos destacar su aportación a la economía en tiempos difíciles compensados con su empuje, liderazgo y capacidad para aunar voluntades. Con él, ,a Diputación elaboró sus primeros planes de promoción de empleo en colaboración con el Gobierno vasco sobre los mecanismos de promoción del empleo que siguen vigentes hoy: una buena formación práctica, medidas de apoyo a colectivos vulnerables o de difícil empleabilidad y medidas de regeneración de los municipios del territorio alavés.

Comentaba con pertinencia el diputado general de Álava que Félix consiguió cambiar la tendencia en materia de inversiones en el territorio y lograr que fueran llegando a nuestro territorio. Como la empresa coreana Daewoo, la consolidación de la Mercedes en Gasteiz y numerosas empresas rescatadas, algunas de Araia, su pueblo de origen, afectadas por la reconversión industrial.

También durante su legislatura se dio un fuerte impulso a las políticas sociales, avanzándose en la colaboración público-privada mediante una fórmula, ahora usual pero entonces novedosa, que permitió la creación de la residencia Ariznabarra y otras. Félix fue un innovador también en una concepción de las políticas sociales adelantada a su tiempo, desvinculándolas del concepto beneficiencia y conectándolas con los derechos de los más desfavorecidos, que en la mayoría de las ocasiones requerían algo tan aceptado hoy como apoyos personalizados a su situación. Así lo hizo en relación a la discapacidad, la pobreza, la vivienda y otras. Siempre bebió de las fuentes más humanistas de EAJ-PNV, igual que otros personajes del territorio como María Jesús Agirre o José Ángel Cuerda.

El Félix presidente del Araba Buru Batzar supo imprimir a la política orgánica del partido, muchas veces la más compleja, el valor terapéutico de su carácter tranquilo. En el ABB que él presidió las confrontaciones no eran infrecuentes, el partido que él presidió en Araba no era un partido precisamente homogéneo en el ámbito de la ideología y de los intereses locales, pero su parsimonia, que nunca sabré si era fruto de una sutileza de aldeano alavés o era una actitud natural vinculada a su naturaleza, narcotizaba todos los conflictos. Bajo su mandato en el Araba, EAJ-PNV no solo creció sino que ganó la mayor parte de las elecciones municipales, forales, autonómicas y aún las estatales.

El utilizaba una reflexión del lehendakari Agirre que mostraba en un papel amarillento por el paso del tiempo. Se refería al discurso de José Antonio Agirre en el Congreso de La Haya en 1948, que afirmaba: “Es enorme la corriente de opinión suscitada en Europa por la coincidencia de esas dos doctrinas -la social cristiana y la federalista- hasta el punto de que es lenguaje corriente, aunque no haya sido oficialmente recogido, el de hablar de la Europa futura no como una Federación de Estados sino como una federación de pueblos. Esta corriente de opinión progresista en lo federalista y en lo sindical, y cada día creciente, abre al problema vasco soluciones que hace todavía muy poco tiempo eran difícil de prever como fórmulas de resultado práctico”.

Siempre se ha comentado que Félix era un pastor y él se jactaba de esa condición, eso sí, como es usual en la zona de Araia, sin comentar a nadie cuántas ovejas tenía. Pero era un pastor ilustrado, tanto en el ámbito académico como en la pluralidad de actividades que desarrolló. Pastor de almas trasmutado en defensor de los derechos de los trabajadores carentes de libertades sindicales. Creador del embrión y del Gobierno vasco generado tras la aprobación del Estatuto de Autonomía, y nunca mejor empleada la expresión “creador”, no se trata de ninguna suerte de adanismo, ya que empezó trabajando en un hotel de Bilbao y continuó en un geriátrico de Gasteiz que cambió su objeto convirtiéndose en el actual Eusko Jaurlaritza. Diputado general de Araba que en una situación económicamente compleja supo conciliar el crecimiento económico con estructuras de bienestar social aún hoy referente en Europa. Presidente de EAJ-PNV en Araba demostrando que la tranquilidad y la parsimonia es lo más compatible con los éxitos políticos. Y, por último, un pastor de verdad, no solo de almas, que lo siguió siendo después de ser sacerdote a través del ejemplo que supone lo que casi hoy constituye una extravagancia: un político bueno, discreto y eficiente. Goian bego .El autor es exdiputado del PNV en el Congreso y exparlamentario vasco