Las explotaciones ganaderas de Álava se enfrentan cada día al difícil reto de cómo mantener la rentabilidad de sus granjas y la calidad de vida de los ganaderos.
Ésos son los principales problemas del sector y la cuestión de fondo que los políticos tendrían que abordar, en lugar de polémicas estériles como la que esta semana se ha colado en la agenda de los partidos tras las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a un periódico británico criticando las macro granjas y la ganadería intensiva. Un modelo de producción prácticamente inexistente en Álava y Euskadi, explica la unión de agricultores y ganaderos de Álava (UAGA), defensora de una ganadería extensiva y ligada al territorio, que es la que, realmente, genera empleo y cuida el medio ambiente.
Esa misma semana, la consejera vasca de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, y representantes de distintas asociaciones, entre ellas la propia UAGA, defendían el sector agroganadero de Euskadi como "ejemplo de sostenibilidad", en un comunicado en el que recordaban que ni en Álava ni en ningún otro territorio del País vasco existen macrogranjas porque "no es nuestro modelo".
En Euskadi están censadas 15.487 explotaciones, de las que 11.249 son explotaciones ganaderas y el número de personas dedicadas a la actividad agraria de manera profesional, al menos el 25% de su renta proviene de la actividad agraria, es de casi 5.000.
"Aunque las declaraciones del ministro no son muy afortunadas porque no quedan claras y sacadas de contexto pueden perjudicar al sector en su conjunto, en el fondo hay cuestiones en las que estamos de acuerdo, ya que el modelo que defiende UAGA es el de una ganadería extensiva y ligada al territorio, que es la que genera empleo y cuida el medio ambiente", afirma Javier Torre, presidente del sindicato agroganadero alavés.
"En este sentido, y si las declaraciones se leen en su conjunto, Garzón está defendiendo este tipo de ganadería frente a macro granjas y grandes industrias, pero es cierto que fuera de contexto se pueden malinterpretar sus palabras, que es lo que está ocurriendo y, al final, perjudicar al conjunto del sector ganadero", entiende.
Uso electoral del sector
En cualquier caso, para la UAGA lo realmente preocupantes es que, una vez más, lo que se hace es un uso electoral del sector ganadero sin querer entrar al debate de fondo: la realidad que acecha al sector, los problemas que tiene y cómo solucionarlos.
A día de hoy, en Álava quedan sólo 40 granjas de vacuno de leche, que es el sector más en declive, el que más acusa la crisis debido a la desaparición de muchas explotaciones a lo largo de los últimos años. Hace dos semanas, los productores se echaron a las calles de Vitoria para reclamar precios justos para la leche porque ésa es la forma de fijar población en la zona rural. "Si las explotaciones de vacuno desaparecen es perjudicial para todos, tanto medioambiental, como económicamente porque cada vez va a haber menos población en la zona rural", advierte.
¿Afectan, por tanto, las declaraciones del ministro Garzón?
"Afectan en la medida en que se habla del sector ganadero, y no bien, precisamente, y se pone en tela de juicio el trabajo de los ganaderos en general cuando las palabras se sacan de contexto", incide Torre. De ahí la necesidad de que los políticos midan más sus palabras y la importancia de realizar una verdadera labor de pedagogía de cara a la sociedad sobre qué tipo de productos alimenticios se consumen, si son de producción local... "Cuando se hace polémica por hacer, sin entrar en el fondo de la cuestión, perjudica", considera el presidente de UAGA.