La "confusión" es una de las quejas de los hosteleros vascos que desde ayer tienen que exigir el certificado covid a quienes entren en sus locales, mientras que la mayoría de clientes lo han ido mostrando sin problemas, si bien algunos han expresado airadamente su enfado.

El pasaporte covid es obligatorio en Euskadi desde el pasado 4 de diciembre para acceder a locales de ocio nocturno y establecimientos de hostelería con capacidad de más de 50 comensales y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco autorizó ayer al Gobierno Vasco extender la exigencia de ese certificado al resto de bares y restaurantes, a quienes vayan de visita a hospitales, residencias y centros penitenciarios y a eventos y espectáculos en lugares cerrados.

El vicepresidente de Hostelería de SEA Empresas Alavesas, Juan Carlos Antolín, lamenta haberse enterado "por la prensa" de la aplicación del pase covid en todos los locales hostelería desde ayer, aunque sus efectos se han dejado notar antes porque desde que el viernes se conoció la intención de hacerlo del Gobierno Vasco.

"Muchas cenas de grupo se han ido al garete", indicaba ayer. "En los últimos días muchos clientes han llamado para preguntar si hacía falta el pasaporte covid y ha habido muchas cancelaciones de cenas y comidas", lo que "castiga aún más" a un sector que ha sufrido muchas restricciones durante toda la pandemia, expuso Antolín, que ha atendido muchas dudas de sus compañeros sobre cómo actuar a partir de ahora.

El gerente de la asociación de Hostelería de Bizkaia, Héctor Sánchez, ha denunciado que la medida es "muy confusa, difícil de entender e inviable de aplicar en muchísimos locales pequeños donde detrás de la barra hay solo una persona y debería abandonar su puesto para pedir el certificado a la entrada".

"El decreto no contempla la realidad de una gran parte del sector y no resuelve cómo se debe actuar cuando va a entrar un grupo", advirtió al tiempo que aclaró que los hosteleros plantearon al Ejecutivo que se pudiera mostrar al pedir en la barra, pero no se les ha "escuchado y la orden finalmente indica que se debe mostrar al acceder".

Durante la jornada de ayer, explicó, hubo "de todo, la mayoría" de los clientes lo ha aceptado y lo ha mostrado sin problemas, pero otros "se han indignado y han abandonado el local, y algunos incluso han reaccionado con insultos y amenazas" al hostelero.

Sánchez criticó que el decreto haya dejado "muchas cosas en el aire, sin concretar" y no aclare la obligatoriedad o no de exigir el DNI junto al pasaporte covid y su necesidad o no en terrazas. "Personalmente interpreto, después de conocer el auto del TSJPV, que en terrazas no es necesario", opinó.

El secretario general de Hostelería Gipuzkoa, Kino Martínez, explicó que los profesionales en ese territorio aceptan "a regañadientes y como un mal menor" la extensión del pasaporte covid a gran parte de los espacios cerrados. Consideró que la decisión "llega tarde" y "se han perdido tres semanas" ya que en otras comunidades autónomas se extendió desde un inicio la obligatoriedad del pasaporte covid para el acceso a espacios cerrados.

El sector ya había advertido de que la implantación de la medida "estigmatizaba a un único sector" y mostró su sorpresa por que establecimientos como las sociedades gastronómicas y los comedores de empresa no estén incluidos.

"La medida es muy confusa e inviable de aplicar en muchísimos locales pequeños"

Gerente asoc. de Hostelería de Bizkaia