- El Alto Nervión ha visto iniciar este año tras décadas de retraso las obras correspondientes a la red de colectores para el saneamiento de la cuenca, a las que se sumará la de la construcción de las dos estaciones depuradoras de aguas residuales en Markijana y Basaurbe, con unas previsiones de entrar en funcionamiento hacia el año 2026. Que se trata de una inversión necesaria es algo que ha vuelto a quedar patente en el estudio sobre el estado de las aguas de este río que, con motivo de la Semana europea de la prevención de residuos, ha efectuado el alumnado de tercero de la ESO del colegio La Milagrosa de Llodio, teniendo en cuenta muestras analizadas en 2019 y 2021 para poder hacer una comparativa, cuyos resultados les han llevado a afirmar que, en esos tres años “nada ha cambiado y nada se ha hecho para sanar las heridas de nuestro río”.

De hecho, en las muestras de agua recogidas en la zona de Areta (concretamente antes de la confluencia del Nervión con el río Altube) se ha detectado “un exceso de bacterias coliformes, que son un claro indicador de residuos fecales, y de agua no potable, ni adecuada para el baño”, subrayan. Asimismo, en ambas zonas de muestreo -la citada del barrio de Areta y aguas arriba, en el barrio de Gardea- “la cantidad de fosfatos es de 4ppm (miligramos/litro = partes por millón), cuando los valores deseados deberían estar por debajo de 1 ppm. Algo que nos indica que el agua es de mala calidad”, matizan. Por si fuera poco, el estudio ha puesto sobre la mesa que los resultados de saturación de oxígeno del agua, en ambas zonas, están por debajo del 30%, siendo el valor deseado del 90%.

“Esto dificulta gravemente el desarrollo de la biodiversidad en el agua”, añaden. Con todo, los valores que indican la contaminación del agua, los nitratos (3ppm) y amoniaco (0ppm), “han dado resultados óptimos. Por lo tanto, aunque el agua analizada del río sea de muy baja calidad, es un agua no contaminada”, subrayan, quienes durante el recorrido por el cauce, a su paso por Llodio, también fotografiaron “gran cantidad de plásticos, envases, vidrios y cartones”, e incluso, observaron “varias sillas y una papelera en el cauce del río”, enumeran.

Las citadas muestras de agua e invertebrados fueron tomadas por el alumnado de La Milagrosa el pasado 11 de noviembre y, a lo largo de los días posteriores, las fueron analizando en el laboratorio del centro, así como cotejando con las tomadas por otros compañeros hace tres años en los mismos lugares. Además de estas muestras, los escolares fueron anotando y fotografiando los residuos acumulados a lo largo del río, en su camino desde el centro del pueblo, hasta sus respectivas zonas de muestreo que, al final de la tarea, también aprovecharon para limpiar, en la medida de lo posible.

Y es que con todo el material han elaborado varios pósteres científicos, que expondrán en el centro a fin de llevar a cabo una labor de concienciación, mostrando no solo los resultados del estudio sino también otras informaciones sobre el Nervión, en materia de localización, historia, afluentes, flora, fauna y noticias relacionadas con el río. Además, con las fotos e imágenes grabadas editarán un vídeo para denunciar la situación de este.

Este trabajo -además de en la Semana europea de la prevención de residuos celebrada la última semana de noviembre- se enmarca dentro de un proyecto multidisciplinar y cooperativo, ya que implica a las clases de Lengua, Euskera, Biología-Geología, Física-Química y Ciencias sociales, en el que se trabajan contenidos como los diferentes tipos de contaminación (causas y consecuencias), las fuentes de energía, la biodiversidad de los ríos, los elementos químicos, los textos científicos, el trabajo de laboratorio (análisis científico), el desarrollo sostenible o la huella ecológica entre otros.

Además de la adquisición de ciertos contenidos y competencias básicas, este proyecto busca que el alumnado tome conciencia de la importancia del entorno natural como fuente de riqueza cultural e histórica, siendo personas críticas y activas en su conservación.