en Lagrán se ha hecho todo lo posible para que el coronavirus no entrase. Durante toda la pandemia, desde marzo de 2020, vecinos y visitantes ocasionales se han esforzado en el cumplimiento de la normativa sanitaria, pero al final se ha detectado un caso que ya se está tratando y siguiendo.
El alcalde, José María Martínez, explicaba que "hasta ahora no hemos tenido ningún caso, excepto el que notificó Salud anteayer, pero eso no quiere decir que no haya otros y que sencillamente no lo sepamos, porque en el mes de agosto estamos mucha gente en el pueblo y en ocasiones en grupos grandes, aunque todo el mundo se esmera en mantener las distancias". Sin embargo, con esa situación, "no sería difícil que en 15 o 20 días no aparezcan alguno más".
En Lagrán se han esforzado mucho para que este momento no llegara y recuerda "que lo que hicimos antes de la Semana Santa fue comprar mascarillas FPP2 en las farmacias, a pesar de que había muy pocas. Había que hacerlo por partidas, de 30, 40...y así pudimos entregar a las personas más mayores. ¿Qué solo teníamos 50 mascarillas?, ¡pues a los 50 que tuvieran más edad! Y así fuimos cubriendo hasta completar todo el pueblo mayor de 10 años".
Cumplimiento del protocolo
A su favor ha estado que en Lagrán hay empadronadas 173 personas, pero en la época de verano o muchos fines de semana se juntan más de 300. "Hasta ahora se ha cumplido el llevar la mascarilla y el mantener las distancias. En sitios cerrados es obligatorio y no hay problema, pero en espacios abiertos, que no lo es, hay quien lo lleva y quien no y yo tengo mucho miedo porque la gente no respeta las distancias o los grupos familiares en las terrazas y en otros lugares".
José María Martínez se fijaba en un espacio concreto, la campa, "donde hay sitio para todos y habitualmente suele haber 80-90 personas, que suelen estar separadas, pero aún así nos da miedo, por eso siempre estamos insistiendo en que la gente tenga cuidado".
En cuando al uso de la mascarilla por parte de los visitantes o los que acuden a pasar el verano, confía "en que la lleven, igual que la llevan los que viven aquí todo el año. Todo depende del miedo que tenga cada uno, porque a algunos se les ve sin ella. Los del pueblo nos la ponemos, pero hay otros que pensarán que no les va a entrar el virus y no se la ponen".
El alcalde destacaba también que la mayor parte de los vecinos ya están vacunados, y solo faltan los chavales.