Vermú a la sombra en Abastos

Desde que se reformara la plaza para convertirla en un coqueto mercado de abastos que invita a pasar más tiempo del estrictamente necesario para hacer la compra, la zona se ha establecido como un nuevo eje de poteo para los vitorianos. Y aunque es un lugar perfecto para socializar en los días de lluvia por sus amplios espacios cubiertos, en pleno agosto, a más de treinta grados, también hay movimiento.

"La mañana ha sido muy buena mientras ha hecho fresquito, pero hace mucho calor y eso hará que tengamos menos gente", explica Mariano, responsable de los gastrobares Gallofa y Manduca, tras preparar un sugerente bloody mary. El hostelero vitoriano afirma que en la plaza agosto no es un mal mes porque "en los barrios cierran las carnicerías o pescaderías y viene mucha gente que habitualmente igual no compra aquí, y aunque los comerciantes cierran por la tardes, nosotros seguimos abiertos".

Ese es el caso de Ignacio, Xabier, Mikel, Lucía y Miren, que no son vecinos de la zona pero en esta mañana de sábado han venido al mercado a hacer la compra y, de paso, tomar un pote a la sombra.

Sí viven cerca de la Plaza de Abastos Auri, Alicia y Leticia, que más que a comprar suelen acercarse al Txiki, otro de los bares del recinto, "a tomar algo porque nos viene bien, aunque hoy sí que hemos aprovechado para hacer la compra".

El responsable de este establecimiento, Raúl, explica que "el desayuno te marca un poco como puede venir la mañana", y este sábado de cambio de quincena, con mucha gente que se va y otra que todavía no ha vuelto, no es especialmente prometedor, pero en todo caso el ambiente está garantizado. "Hay fechas y horas más señaladas que otras y la del vermut es una pasada, la plaza abre el sábado una hora antes, se prepara todo con más gusto y se pone a tope". En todo caso, "aunque con la pandemia llevamos una temporada que no está la cosa mal, dista mucho de lo que era antes", señala.

Ayuda a llenar la plaza la pasarela que la une con el Corte Inglés y la protección ante el clima vitoriano. Si habitualmente "aquí puedes estar de compras y de ocio a resguardo del frío y la lluvia", explica Raúl, en días como este sábado de agosto las terrazas de Santa Bárbara y Jesús Guridi ofrecen una alternativa más o menos fresca dadas las circunstancias, para disfrutar del aperitivo.

En esta última terraza ha quedado Mari Paz con sus amigas María y Feli, que después de hacer la compra se disponen a tomar algo antes de volver a casa. Vecinas de la zona, encuentran en este espacio "un sitio agradable" en el que no esperaban encontrar sitio ayer. "Se ve que como hace mucho calor la gente se ha ido a la piscina", explica Mari Paz.

Muy cerca de ellas, Judith y Rafael toman el aperitivo tras hacer su compra de verduras en los puestos exteriores que todos los jueves y sábados se instalan en la plaza de Santa Bárbara. "Somos de Lovaina, pero solemos venir porque hay producto local, solo usamos el súper para llenar la despensa", asegura Judith, junto a una bolsa repleta de lechugas, cebolletas, pochas o tomates.

La novedad en la plaza es ahora mismo Eaty Jet, un restaurante que recorre todas las cocinas del mundo, y que cambia su ambientación en función del menú que se sirve. "Ahora, por ejemplo, estamos en La India, queremos que la gente venga a cenar tranquilamente y se sienta en el lugar de destino, desde el primer plato hasta la bebida", explica Amira, que junto a su socio Alejandro fundó Eaty Jet como un servicio exclusivo de comida a domicilio que desde el jueves también existe físicamente. "Hemos querido trasladarlo al directo, que la gente nos conozca y nos ponga cara", señala Amira, contenta por el resultado de estos primeros días, "con llenazos en un mes difícil".

"Estamos contentos, abrimos el jueves y tenemos llenazos en un mes difícil"

Eaty Jet

"Aunque pese a la pandemia la cosa no está mal, dista mucho de lo que era antes"

Txiki

"En los barrios cierran los comercios y viene gente que habitualmente no compra en la plaza"

Manduca y Gallofa