- El largo confinamiento domiciliario -primero- y las diferentes restricciones a la movilidad -después- propiciaron el pasado 2020 un lógico descenso en los nuevos diagnósticos de VIH a nivel estatal, vasco y local. Sin embargo, estos no fueron pocos en Álava, sino que se elevaron hasta un total de 13, según los datos recogidos en el Plan vasco del Sida e Infecciones de transmisión sexual. Los positivos superaron el centenar en Euskadi (105), apenas 42 menos en comparación con el ejercicio anterior. Y lo que es peor, más de la mitad de las personas que debutaron con el VIH en la CAV, en concreto el 52,4%, presentaban diagnóstico tardío, una circunstancia que complica el tratamiento con antirretrovirales y facilita el desarrollo de distintas enfermedades oportunistas.
Mikel Resa, sexólogo y experto en prevención de Sidálava, pone el foco en esta realidad para insistir en la importancia de la detección precoz mediante las pruebas diagnósticas, una herramienta accesible y barata -incluso gratuita en el caso de Sidálava- que permite salir de dudas con rapidez a quienes hayan mantenido prácticas de riesgo. Las campañas de concienciación y prevención funcionan, reflexiona Resa, porque el hecho de que el año pasado, con sus inéditas características, siguieran aflorando nuevos casos de VIH significa también que “hay más gente que se hace la prueba”. “Durante el confinamiento no salimos o salimos menos, por lo que los datos reflejan una bajada de diagnósticos. Pero las campañas que hacemos están teniendo un efecto preventivo”, apunta.
El experto, con todo, se muestra preocupado por la baja percepción del riesgo que tienen las personas más jóvenes en torno al VIH. “No es que no les preocupe, sino que no son conscientes ahora mismo de esta historia y tienen otras preocupaciones como los embarazos no planificados. No es algo que lo vivan como cercano”, apunta Resa. La media de edad de las nuevas personas diagnosticadas en Euskadi es de 38,9 años y en su mayoría son hombres que tienen sexo con otros hombres.
Al margen de nuevos avances científicos como una vacuna contra el VIH que cada vez parece más cercana, Resa cree que “lo más importante ahora” es que las personas con VIH sepan que son portadoras, se traten con los antirretrovirales disponibles y se consiga también que su carga viral “sea indetectable y, por tanto, intransmisible”.