ra una de las grandes sorpresas a partir de esta temporada por parte del Ayuntamiento de Iruña de Oca. Lograr que Santa Catalina fuera un espacio inclusivo a pesar de las muchas dificultades que plantea ese lugar. Y esto ha sido posible gracias a un joven alavés, Yosu Vazquez, que hace ya tiempo planteó una prueba para ver las posibilidades de conseguirlo y a partir de este fin de semana es ya una realidad.

Cuenta este guía de montaña, promotor de Senderos Accesibles, que “una persona del equipo del Ayuntamiento de Iruña de Oca que tiene mucha sensibilidad con las dificultades que viven las personas con diversidad funcional o discapacidad”, impulsó que se destinase una partida de los presupuestos para hacer accesible el Jardín Botánico de Santa Catalina.

Tras comprobar que el proyecto de Yosu Vazquez era factible, se destinó una cantidad al proyecto de Senderos Accesibles para lograr ese objetivo y conseguir que personas ciegas o con baja visión y personas con movilidad reducida pudieran disfrutar de ese enclave. Además, cuenta Yosu Vázquez, también están estudiando la incorporación de personas con dificultades auditivas.

De momento “me voy a ocupar de las dos primeras referencias, las de personas con baja visión y las de movilidad reducida”. Cuenta que conoce el Jardín Botánico desde hace mucho tiempo. “Es un sitio fantástico, un espacio que mucha gente de Vitoria no conoce y creo que deberían visitarlo, porque es un lugar que está muy bien cuidado, muy cerca de la ciudad de Vitoria, en Trespuentes, y es un enclave en la montaña, en una colina, que era un antiguo convento, el de Santa Catalina”. Un lugar con mucho encanto, pero donde “hay muchas escaleras, aunque lo han acondicionado muy bien para poder pasear a base de rampas, cuestas y escaleras, pero que hasta ahora era innacesible para una silla de ruedas”.

Este guía de montaña estaba convencido que podía solucionar ese reto y “hace un tiempo les pedí que me dejaran realizar unas pruebas con la silla Joelette, que es la silla que utilizo para hacer accesible la montaña a personas con movilidad reducida. Hicimos la prueba y les presenté un informe en el que les contaba que con esta silla se puede acceder al 99,9 por ciento de todos los rincones del Botánico”. Sin embargo, había un pero. “Solo hay una parte, el campanario, al que se accede por medio de una escalera de caracol, por donde no se puede subir. También es verdad que es complicado para mucha gente, porque su diseño es de rejilla y el que tenga algo de vértigo lo pasa mal. Alguna vez he tenido que ayudar a alguna persona a bajar”.

Asegura que “para todo lo demás, ahora mismo, con la silla Joelette hemos hecho los recorridos y no hay ningún problema. Con más o menos dificultad, pero es posible. Con lo cual hacemos accesible un lugar fantástico, un lugar mágico, a personas que habitualmente se mueven en silla de ruedas. Y para las personas ciegas, lo mismo”.

Este servicio ya está en funcionamiento. De hecho, para este fin de semana, en el marco del calendario de actividades que desarrollan en el Botánico, independientemente de las visitas por libre, hay visitas teatralizadas, talleres de diferentes actividades, conciertos... Así que desde ahora está promocionando “las visitas que realizo desde Senderos Accesibles, que ya están en funcionamiento desde esta misma semana, a través de una especie de teatro con los personajes del Jardín Botánico, pensado para niños”.

Pero la idea es ir más lejos. “Dentro de mis contactos hay muchas personas con movilidad reducida, personas con diversidad funcional, a quienes me estoy dirigiendo de diversas formas, también a través de las redes sociales. Y no solo de Vitoria y de Álava, sino de otras partes del Estado. Ahora estoy esperando a que la gente se anime, aunque todavía hay muchos con el miedo de los cierres perimetrales y pensamos que en estas primeras semanas aún les faltará algo de ánimo a muchas personas”.

A esto se suma que a causa de unas obras, el Jardín Botánico solo está abierto provisionalmente los fines de semana. Cuando se abra del todo, “a través de las actividades de colegios abriremos el abanico también a los centros que, por alguna circunstancia, tengan algún chaval con movilidad reducida, para que cuenten conmigo y poder realizar esas actividades escolares con carácter inclusivo. Esa es la idea, que todo el mundo llegue a todos los sitios”.

Y es que “la intención que tiene el Ayuntamiento de Iruña de Oca es dar un toque de atención y hacer que el Jardín Botánico de Santa Catalina se convierta en un espacio inclusivo. Está muy de moda la palabra inclusión, pero no se hace bien esa inclusión. Unas veces porque no se piensa bien en todos los colectivos, otras porque se hacen pequeñas modificaciones en terreno para que lleguen hasta cierto punto, pero no se termina de hacer la inclusión íntegra”.

En Senderos Accesibles “lo que hago es proponer actividades de montaña inclusivas y no hago actividades de montaña exclusivas para personas con discapacidad o para personas sin discapacidad. Cuando hago actividades inclusivas es que planteo actividades a las que pueden venir tanto unos como otros, todos juntos, todos en equipo y todos en igualdad de condiciones”.

A través de sus numerosas experiencias cuenta que “en alguna de las muchas actividades que hemos hecho, había seis participantes y dos eran personas con problemas de movilidad. Y en este caso concreto, el Ayuntamiento de Iruña de Oca quiere que se funcione de esa manera: que en las visitas y en las actividades que se organicen, las personas con discapacidad puedan disfrutar también, integradas”.

Yosu Vázquez no hace estas afirmaciones de manera improvisada y sin garantía, “Soy guía de montaña, y además soy piloto de la silla todoterreno Joelette, que es la silla que utilizamos para acercar a la montaña a personas con problemas de movilidad. También soy guía de montaña para personas ciegas, soy técnico deportivo de esquí y aparte soy piloto de las sillas de esquí tandem Ski y Tandem Flex, que permiten a personas con dificultades el poder esquiar. A esto se suma que tengo mucha experiencia en el trato con estas personas”.

Junto al proyecto de inclusión en el Jardín Botánico de Santa Catalina en el que ya está trabajando prepara otras muchas ideas, aunque “en estos momentos están todos los retos parados, pero tengo muchas puertas abiertas, muchos proyectos”.

Cuenta que “el año pasado, justo antes del confinamiento hicimos una actividad importante con una persona ciega en Noruega, con quien realizamos una travesía por un lago helado y para este año teníamos otra planificada en los Alpes, en Pirineos... estamos planteando diversas actividades, pero en este momento está todo pendiente para ver qué pasa con la situación”. Y es que “proyectos hay muchos: pequeños, medianos, gordos y muy gordos, pero siempre pensando en la montaña y en la inclusión”.