Los centros para personas con diversidad funcional de Álava cuentan por fin con un estatuto básico que establece tanto los derechos y las obligaciones de las personas usuarias de estos recursos y de sus profesionales como sus normas de organización interna.

El documento trata de garantizar "un marco común básico" para el conjunto de centros que se encuentran bajo el paraguas de la Diputación alavesa y que tienen como destinatarios a los centenares de vecinos con discapacidad física o intelectual, ya sean estos recursos residenciales, de día u ocupacionales, e independientemente también de su modelo de gestión.

El "respeto" y la "promoción" del ejercicio efectivo de los derechos de los usuarios pasa a ser un "factor central" en la adopción de decisiones dentro de estos recursos. Son alrededor de 800 las personas -usuarias, exclusivamente- que quedarán sujetas al nuevo estatuto, lo que da pistas sobre su importante peso.

"Estábamos un poco en segunda línea comparando con otros recursos, como pueden ser los del mayores", reconoce Blanca Arrazola, directora de la residencia foral Etxebidea, que ha charlado con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sobre las características de este nuevo marco y lo que implicará su reciente aprobación.

Capacidad de decisión y de autodeterminación

"Es nuestra foto y, además, es de obligado cumplimiento. Hay un desarrollo muy bonito en él. No sólo habla de las obligaciones, sino de los derechos de las personas usuarias. Detalla en qué consiste que una persona sea atendida con dignidad, qué significa tener respeto a su capacidad de decisión y de autodeterminación... Y une todos los esfuerzos técnicos y los manuales de buenas prácticas existentes en un marco único", enumera Arrazola, responsable del recurso de mayores dimensiones para la atención a la diversidad funcional dentro la red pública.

En concreto, la infraestructura ubicada en Armentia atiende a personas con discapacidad intelectual severa y, por tanto, con necesidad de apoyos generalizados y cuenta con 75 plazas de residencia y 40 más de centro de día.

El estatuto, sin embargo, será también de aplicación en los centros de gestión indirecta o bien en régimen de concierto, convenio o contrato con entidades colaboradoras que participan en la prestación de servicios, centros en algunos casos de tamaño muy pequeño.

A juicio de Arrazola, "visibilizar" a las personas con diversidad funcional dentro de un apartado que recoge derechos y obligaciones "es importante". "Vamos hacia un modelo de atención que tiene que ser único y que pone en el centro a la persona con diversidad funcional", remarca la directora de Etxebidea.

Aunque el estatuto se configura ahora como un documento base, cada recurso deberá desarrollar en los próximos meses un reglamento de régimen interior propio, en el que se plasmarán los principios de actuación y de organización de cada uno de ellos.

Entre otros aspectos, en este documento destacan tanto la organización y la prestación de la atención "en torno al respeto, la promoción y la defensa de los derechos" de las personas usuarias para contribuir "a que puedan seguir siendo ellas mismas y eligiendo, en la medida de lo posible, el estilo de vida que desean llevar".

Adaptación del entorno

Se atenderá también a la adaptación del entorno y de la organización a las formas de vida habituales en la comunidad, de manera que se promoverá que los centros residenciales y de día para personas con diversidad funcional "se asemejen, en lo posible, a un hogar", tanto en su diseño físico como en su organización.

La atención, "personalizada e integral", se realizará desde un enfoque de planificación centrada en la persona, y además se integrará el principio de "transversalidad de género, en todas las intervenciones".

La promoción de la autonomía personal y la orientación hacia la vida independiente es el último gran epígrafe, de forma que todos los centros articularán su organización, funcionamiento y el diseño de los apoyos "en torno a la necesidad de mejorar o, en su caso, de conservar el mayor grado posible de autonomía personal" de las personas usuarias.

La directora cree que en el estatuto "hay un desarrollo muy bonito".

800

Personas con diversidad funcional son usuarias de estos recursos.