La cuarta ola prosigue su ascenso y no se sabe cuándo alcanzará la cresta. Los hospitales vascos acusan la explosión de contagios tras el efecto Semana Santa. Así, desde el pasado sábado día 10 hasta el viernes 16, Euskadi ha acumulado 5.779 nuevas infecciones, siendo el día álgido el martes 13, con 1.003 casos positivos, jornada a la que siguen de cerca el miércoles 14 con 940 o el jueves 15, con 916. Pero toda la semana ha batido récords en negativo, y se ha superado ampliamente la barrera de los 700 diarios hasta sumar una cifra inasumible. Con este elevado número de infecciones, la tensión hospitalaria sigue al alza y, los últimos datos, registran 97 nuevos ingresos de enfermos covid, 30 más que el jueves. Asimismo aumentaron hasta 141 las personas que se encuentran en las UCI, un número que no se daba desde febrero. En las 10.401 pruebas diagnósticas realizadas el viernes se detectaron 835 casos de coronavirus. De los nuevos positivos, 351 se contabilizaron en Gipuzkoa (38 menos que el día precedente), 350 en Bizkaia (63 menos) y 117 en Araba (16 más).
La gravedad de esta ola es todavía incierta ya que puede comportarse de forma muy distinta a las anteriores porque “puede subir más lentamente y bajar más lentamente”. Este crecimiento más suave se explicaría por el efecto determinante de la vacunación y de un mayor porcentaje de población infectada por el virus desde que comenzó la pandemia. En Euskadi hay actualmente alrededor de 167.000 personas inmunizadas, el 7,67% del total de la población. Hay también otras 444.138 con una dosis, casi el 21%. A ellos se les suman las más de 180.000 que deberían tener anticuerpos por haberse contagiado desde marzo de 2020. Esto supone que cuando el virus llega a alguna de estas personas que ya ha pasado la enfermedad o que están inmunizadas, la transmisión se corta.
A pesar de la gravedad de la situación, los incumplimientos de la normativa sanitaria son diarios. En el capítulo de sanciones, más de medio centenar de personas fueron pilladas in fraganti en las últimas horas. La Ertzaintza sancionó a diez personas que se encontraban en un piso turístico de Bilbao sin mascarilla y sin respetar el número máximo de personas que pueden reunirse. Según el Departamento Vasco de Seguridad, la mayoría de las infracciones fueron por incumplir los horarios, por agrupaciones de más de cuatro personas, por beber alcohol en la calle y o hacer fiestas en pisos.
Entre las actuaciones de la Ertzaintza en Euskadi para hacer cumplir el decreto publicado por la autoridad sanitaria para prevenir la pandemia destaca las sanciones a otros cinco jóvenes que habían acudido a un baserri en una zona rural y que estaban en una propiedad privada sin permiso del propietario celebrando una fiesta en el exterior. También en la capital vizcaína, un grupo de once jóvenes permanecían en una lonja sin respetar el grupo máximo y sin mascarillas.
Por otro lado, en Barakaldo el responsable de un bar se encontraba con la persiana bajada en el interior con tres clientes, siendo todos ellos sancionados. De forma similar, en Astigarraga y Zaldibar responsables de sus respectivos locales fueron requeridos para que cumplieran con la normativa vigente de cierre establecido. Tras hacer caso omiso se les abrió expediente sancionador, así como a la clientela que estaba bebiendo alcohol en el exterior, alguno sin respetar tampoco el cierre perimetral.
En Oñati, otros diez jóvenes fueron sancionados por encontrarse durante la pasada medianoche en una zona alejada del núcleo urbano tomando bebidas alcohólicas. Por último, en Araba se produjeron otra decena de sanciones a personas que estaban celebrando una fiesta en un piso de Gasteiz. La mitad de los presentes intentaron abandonar la vivienda a la llegada de la policía.