El costurero y algo más es una tienda de reparación de textil que trabaja en el sector de los arreglos porque tiene claro que, ahora, en la situación de mercado actual, es más necesario que nunca reutilizar artículos para no despilfarrar y consumir de forma desaforada. Así lo explica Itsaso desde la avenida de Judimendi a un grupo de cinco gasteiztarras -por el covid- que ayer participó en el itinerario por las tiendas de comercio justo y responsable, ideado por la iniciativa Zentzuz.

Al mismo tiempo, Itsaso, de la red de comercio justo y consumo responsable, les informa sobre la situación actual que atraviesa la industria textil. Por ejemplo, que “es la segunda industria más contaminante del planeta, después de los combustibles fósiles”, señala. O cómo “hace quince años se compraba un 60% menos de ropa que ahora”, indica.

En noviembre, los responsables de Zentzuz pusieron en marcha en Gasteiz esta experiencia que ya funciona en Cataluña. A modo de prueba piloto, gestaron un itinerario de comercios de compra responsable situados, parte en el centro de la capital alavesa y otra parte en Judimendi. “Lo hicimos para ver si calaba la idea y para que clientes y comerciantes conocieran los recorridos”, explica Itsaso. “A partir de ahora, queremos centrarnos en uno o dos barrios al año, y ofrecerle a la población, a asociaciones y entidades la posibilidad de realizar estos recorridos. Así, si están interesados, podemos montarlos a la demanda. Y, de esta manera, presentamos el proyecto en el Ayuntamiento”, argumenta la encargada ayer de abanderar un modelo de compra basado en la máxima Quédate en el barrio y consume lo justo.

Para visitar los mostradores de la tienda de arreglos de ropa, el grupo avanza hacia Olaguíbel para entrar en Amaya digital, un comercio de reprografía y papelería. Marisa detalla que se trata de una empresa de inserción que trabaja por la integración de las personas arraigada en el barrio de Judimendi. “Desarrollamos nuestra actividad con el apoyo de Irse-Araba, el Instituto para la inclusión social en Vitoria. De este modo, “creamos empleos estables para personas desfavorecidas o poco cualificadas, asegurándoles buenas condiciones de trabajo y una remuneración digna”. Y, como agente de la economía social, “revertimos a la sociedad nuestros beneficios mediante el apoyo a otros proyectos sociales o a nuevas iniciativas solidarias”, reza la filosofía del establecimiento.

Itsaso, por su parte, aprovecha esta visita para ahondar en el problema de la pobreza y del riesgo de exclusión que acecha a las personas más vulnerables, una situación agravada por la actual crisis y que afecta, más si cabe, a las familias con niños a su cargo.

El recorrido de comercio responsable por Judimendi parte a las cinco y media de la tarde de Sukaldea, con el fin de mostrar al grupo una cocina de comida casera para llevar, situada en Errekatxiki. Pero es en Abastos donde tienen productos preparados para llevar y degustar en los domicilios. En el mercado, Mari Jose se encarga de explicar a los participantes las consecuencias específicas que la crisis sanitaria del coronavirus está teniendo en la hostelería, debido al parón de actividad por los continuos cierres del sector, a la bajada de precios, etc.

La responsable de Zentzuz aprovecha aquí para hablar de las diferencias de género en las explotaciones agrarias vascas en las que “sólo el 35% tiene como titular a una mujer”, cifra. También para abordar la importancia de comprar productos locales para consumir de forma responsable.

El itinerario por Judimendi les lleva igualmente hasta la tienda de comercio justo que regenta la ONG Medicus Mundi en la calle Pío XII, atendida en ese momento por Isabel. DendaMundi ofrece un amplio catálogo de productos: gominolas bio, variedad de cafés y chocolates, muesli, galletas, especias, leche de coco y hasta artículos de regalo. Siempre bajo los parámetros de respeto a los derechos de los trabajadores, al medio ambiente con productos de calidad, consumo responsable, justicia en las relaciones comerciales, trabajo en equipo con otras asociaciones y colectivos y beneficios invertidos en bien de la comunidad. En definitiva, un modelo que apuesta por un producto de calidad, al tiempo que “nos asegura que el trabajo de las personas productoras se basa en unas condiciones y una remuneración dignas”.

Por su parte, el establecimiento Bide bidean, de Fueros, sensibiliza a la sociedad alavesa sobre el consumo responsable. Ofrece productos de América Latina, Asia y África, elaborados por una mano de obra “adulta, con un sueldo justo y derechos laborales dignos”. El local, en el que el producto estrella es el azúcar panela, consta de una zona adaptada para niños y está atendido por voluntarios.