- Pocos cambios en el parte clínico diario sobre el impacto asistencial de la pandemia en Euskadi. Por ejemplo, que el famoso índice básico de reproducción -el que marca la capacidad de transmisión- se suaviza y cae hasta el 1; o que la incidencia acumulada apenas ha crecido en las últimas horas: 667,95 frente a 667,31; o que se observa cierta “ralentización” en el incrementos del número de contagios, como apuntó ayer la consejera de Salud, Gotzone Sagardui. De hecho, la presión asistencial se mantiene firme en los hospitales de referencia de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa hasta el punto de que Basurto, Cruces, Galdakao, Donostia, Zumarraga y el HUA se han visto obligados a reprogramar parte de su actividad en los quirófanos demorando intervenciones no urgentes.
De este modo, está siendo posible mantener la obligada disponibilidad de camas en las UCI para poder atender con garantías a las personas enfermas de covid-19 con complicaciones. Durante este tercer asalto, según datos facilitados por el Servicio Vasco de Salud, ingresan una media de diez personas en estas unidades. El impacto del SARS-CoV-2 en los hospitales vascos ha aumentado de manera importante con 154 pacientes ingresados en las UCI, lo que supone el 44,8% de las camas disponibles en los tres Territorios Históricos.
Esta cifra supera ya el pico registrado durante la segunda ola [146], tal y como reconocía ayer la consejera, quien advirtió de un más que probable aumento en los ingresos tanto en estas unidades como en planta -cada día, de media, ingresan 80 pacientes- durante las dos semanas próximas. “Todo hace pensar que tendremos un febrero intenso”, insistió.
Y es que, como manifestaba Sagardui, “cada contagio tiene su impacto posterior” que se hace visible en los centros hospitalarios. Todo ese tensionamiento no ha impedido que el Servicio Vasco de Salud ceda 15 respiradores y 21 monitores de constantes a La Rioja, donde la presión asistencial es mucho más elevada, con sus UCIs al 74,4%. Además, según manifestó Sagardui, la asistencia en la red sanitaria vasca está garantizada aunque se haya optado por “priorizar recursos para atender lo urgente” y tratar de reprogramar consultas o intervenciones secundarias.
De momento, no está siendo necesario derivar pacientes a la red privada, pero la consejera dejó claro que el protocolo de contingencia ya recoge esa posibilidad, tal y como se hizo durante la primera ola de la pandemia. Todo dependerá de cuál sea la evolución del virus. Sagardui recordó que la posibilidad de “incrementar” la colaboración está ahí, sobre la mesa “y así se haría” en caso de que fuera necesario.