as calles de Judimendi parecían ayer más vacías de lo normal, especialmente tras el anuncio realizado al mediodía por parte del Departamento de Educación del Gobierno Vasco, que informaba de que el colegio del barrio había cerrado sus puertas debido a los casos de covid-19 que se han dado. Cerca de 180 alumnos, pertenecientes a doce aulas de Infantil y Primaria estarán, por tanto, varios días recibiendo las clases desde sus casas, pasando a ser así el primer colegio gasteiztarra cerrado por esta causa en lo que va de curso.
No así el primero alavés, ya que un par de meses atrás, a finales de noviembre, la enseñanza presencial había quedado suspendida por la aparición de varios casos de covid-19 en el centro educativo privado concertado Geroa Eskola, ubicado en el pueblo de Trokoniz.
El patio que hacía apenas un día era testigo de las risas y juegos de sus alumnos, amaneció ayer vacío. Algunos vecinos que paseaban al mediodía por los alrededores se acercaban curiosos, sorprendidos por la quietud del lugar a una hora en la que sería común ver a los pequeños salir, mochila al hombro, acompañados de sus padres. Sin embargo, muchos de ellos aún eran ajenos al pronunciamiento que el Gobierno Vasco acababa de realizar.
Una mujer que caminaba junto a su pequeño frente al colegio reconoció, en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que no había escuchado la noticia, por lo que la revelación de que Judimendi se había convertido en el primer centro gasteiztarra que cerraba sus puertas debido al covid y suspendía su actividad educativa presencial, le había pillado por sorpresa.
Y esa misma imagen, la del silencio que parece haberse hecho con el colegio en apenas unas horas, volverá a repetirse hoy, aunque este es el único y mudo recordatorio de lo que ha ocurrido. Por lo demás, ningún otro vestigio da a entender que el centro ha suspendido su actividad presencial de forma temporal por el covid.
En ambas entradas, diferenciadas y separadas por edades para evitar aglomeraciones y respetar las medidas, aún podía leerse ayer el anuncio de las actividades extraescolares, recientemente recuperadas, el pasado 29 de enero, sin ir más lejos. Entre ellas, podían verse las manualidades, bailes y ajedrez de los martes; o los graffitis de los viernes. Y un letrero en cada puerta, por la que deben entrar los alumnos, recitaba los horarios de entradas y salidas.
Ya una vez dentro del recinto, traspasadas las pesadas verjas por las que cada mañana entraban los alumnos para asistir a sus clases, también podían verse los diferentes carteles que informan de las medidas de seguridad a tomar, tales como la distancia, el lavado de manos o el uso obligatorio de la mascarilla.
Cribado. Osakidetza anunció ayer su intención de realizar un cribado entre la comunidad educativa del CEIP Judimendi, el centro educativo ubicado en El Polvorín, para determinar el alcance de este brote.
Carteles. Ayer aún podían verse entre los carteles de la entrada del colegio uno que anunciaba las extraescolares, aquellas que el centro educativo retomó el pasado 29 de enero, hace apenas una semana, con actividades como baile, manualidades o graffiti.