- La pandemia de coronavirus aminora su velocidad de transmisión en España, con menos contagios, una menor incidencia acumulada y un leve descenso de la presión de las unidades de cuidados intensivos (UCI). Sin embargo, ayer se registró la cifra más alta de fallecimientos de la tercera ola: 724 personas. Con este número, 59.081 personas con diagnóstico positivo han fallecido de coronavirus en España desde que empezó la pandemia.
Los nuevos positivos son 29.064, con lo que se han contagiado al menos 2,85 millones de personas, y la incidencia acumulada cede 18,8 puntos hasta los 846,84 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Por encima de los mil casos por cada 100.000 habitantes se sitúan la Comunidad Valenciana (1.382), Castilla y León (1.293), La Rioja (1.268), Castilla-La Mancha (1.105), Melilla (1.040) y Murcia (1.016).
Además, ayer descendió la presión en las UCI, siete décimas por debajo del lunes, situándose en el 44,58% de ocupación por covid-19 con 4.853 personas en cuidados intensivos. En los hospitales españoles hay 31.118 personas hospitalizadas con coronavirus (905 menos que este lunes), que ocupan un 24,18% de las camas totales (frente al 24,96% del 1 de febrero).
Aunque la curva de contagios desciende tímidamente, la perspectiva de recuperar la normalidad de los desplazamientos para Semana Santa se ensombrece. La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, considera "difícil" que en Semana Santa haya una "movilidad normalizada" y que exista una libre circulación de personas en el tránsito aéreo o en el turismo. Por ello, Montero aconsejó "no trasladar prisas ni presión por empezar la desescalada" y advirtió de que el Gobierno estará "vigilante" para que la movilidad nacional se rija "por criterios exclusivamente epidemiológicos".
En el mismo sentido, la mayoría de los partidos políticos han pedido no generar "falsas expectativas" ante una posible mayor movilidad durante los días de Semana Santa y han coincidido en que la prioridad es "salvar vidas". También el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, subrayó que ante una situación "muy difícil" con muchas muertes, ingresos y nuevos contagios, "no es ninguna prioridad salvar la Semana Santa".
España cerrará 2020 con una cifra de turistas extranjeros que no se recordaba desde los años 70 del siglo pasado, porque apenas llegarán a 20 millones, lejos de los 83,7 millones de 2019, como consecuencia del parón de la actividad en todo el mundo para frenar la pandemia de la covid.
Mientras tanto, prolifera la aprobación de vacunas y avanza la inmunización que devolverá el mundo a la normalidad. La Organización Mundial de la Salud indicó que ya se han administrado en todo el mundo más de 100 millones de dosis de vacunas anticovid, de ellas 1.673.054 en España, donde más de 418.000 personas han recibido las dos inyecciones necesarias para la inmunidad.
También ayer trascendió que la vacuna de AstraZeneca es "segura", si bien todo apunta a que en España, como ya se ha decidido en Alemania, no se vaya aún a administrar a los mayores de 65 años por la falta de datos que constaten su eficacia en este colectivo.
Este es uno de los temas que la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones del Ministerio trata en su reunión y será mañana la Comisión de Salud Pública la que adopte una decisión al respecto, aunque Sanidad avanzó ayer que "es muy posible" que se opte por no recomendarla en mayores de 65.
Enero fatídico. Tras impulsar a finales de diciembre un arranque mediático de las inyecciones en la mayoría de países de la UE, mientras Reino Unido, EEUU o Israel ya vacunaban en serie, enero se reveló como un mes fatídico para la UE: contagios al alza y los Veintisiete a caballo entre una segunda y tercera oleada, recortes de producción de Pfizer-Biontech y Moderna, y una disputa pública entre Bruselas y AstraZeneca a propósito de los contratos.
Sin las vacunas que la CE pretendía. El resultado, y pese a que no se conocen los detalles de plazos y cantidades de entregas firmadas pues los contratos con las farmacéuticas son confidenciales, es que aparentemente la UE no tendrá todas las vacunas con las que contaba en el primer trimestre, pero las campañas avanzarán en el segundo y habrá dosis para el objetivo de vacunar al 70% de la población antes de que acabe septiembre de 2021.
Críticas en el seno de la UE. El último en fustigar a la Comisión ha sido su último presidente, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, quien ha arremetido públicamente contra su sucesora, Ursula Von der Leyen, a propósito de la estrategia de vacunación del Ejecutivo comunitario y, en particular, del improvisado mecanismo de control de exportaciones de las dosis producidas en la UE.