- Evolus, grupo empresarial especializado en recursos humanos, ha elegido el territorio alavés para iniciar su expansión. A principios de diciembre abrió una delegación en la Plaza Nueva de Vitoria, la primera de las que va a poner en funcionamiento este año (Durango y Madrid), que se suma a la que ya tiene en Bilbao desde 2014.

Son varias las razones que les han acercado a Álava. “Tenemos un socio alavés, conozco el territorio porque he trabajado tres años y, además, las empresas de trabajo temporal (ETT) están bien valoradas por el empresariado alavés, que es sólido”, sintetiza el director general del grupo, Ibon Olazabal. La implantación, por tanto, no parte de cero, ya que la firma de recursos humanos cuenta en su cartera con clientes de peso de Vitoria, Murgia, Miranda etc. “Álava es un buen lugar en el que tiene cabida nuestro negocio”, considera.

A nadie se le escapa que la actual crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus está siendo un mazazo para el mercado laboral. Euskadi ha perdido 21.460 puestos de trabajo el primer año de la era covid. Si la evolución se analiza desde febrero de 2020, último mes antes del estado de alarma y del confinamiento, hay 12.001 desempleados más, según los datos de este mes de enero de Lanbide. Y la peor cifra anual corresponde a Álava, con un aumento relativo del paro del 16,05%. Sin embargo, pese a los nefastos datos, nada tiene que ver esta elección con el aumento disparatado del desempleo en Álava. “De hecho, cuanto más empleo y de más calidad hay, mayor es nuestro negocio”, indica Olazabal.

No obstante, en este nada alentador marco económico y con nubarrones a la vista por la incertidumbre que aún va a acompañar durante meses al mercado laboral, Olazabal asegura que “no es el momento más voyante, pero no es imposible encontrar trabajo. Costará más, pero se encuentra, si uno se mueve”.

Y es que todavía hay empresas que buscan mano de obra, menos que antes, pero las hay. “La base de nuestra cartera de clientes es una pyme, de mediano tamaño, en muchos casos multinacional, que puede tener 60 o cien trabajadores”, indica el responsable de la firma que presta servicio a empresas y autónomos. “Es cierto que ha caído la demanda de empleo, sobre todo, los tres primeros meses de pandemia fueron malos, pero en junio empezó una cierta recuperación y 2020 acabó en curva ascendente”, relata Olazabal. Tal es así, que “tuvimos mejor facturación en diciembre de 2020 que en diciembre del año anterior”, afirma. “No es el momento más voyante, pero tampoco estamos sin actividad. La situación se va recuperando, poco a poco, y espero que para Semana Santa se dé una explosión de actividad. Para ello es fundamental lo que suceda este primer trimestre de 2021”, apunta.

El perfil de empresa que a día de hoy recurre a los servicios de una firma de recursos humanos para seleccionar personal es similar al que lo va a hacer a futuro, ya sea para un puesto cualificado o no, según la experiencia de Olazabal.

Por un lado, está la industria, con mucho peso dentro del entramado empresarial vasco. Y, aunque no está en su mejor momento, sigue demandando los tradicionales oficios de calderería, soldadura y demás puestos relacionados con la máquina herramienta. “Eso no ha cambiado”, opina Olazabal.

Por otro, la logística, que necesita cubrir puestos desde carretilleros a otros más especializados, como responsable de almacén o de exportación y de todo lo relativo al tráfico de mercancías. Es decir, “demanda mano de obra tanto para manejar la mercancía como para controlarla”. Sin olvidar, por supuesto, el peso de la automoción en Álava; un sector “ahora revuelto, que se recuperará”, intuye el experto en recursos humanos.

Otro perfil de trabajador que va a tener salida es el de comercial, no tanto el típico vendedor que va de casa en casa sino un comercial cualificado que cubra, por ejemplo, las transacciones con el extranjero. Y, por supuesto, todo tipo de ingenierías. “Los ingenieros no sólo han aumentado su peso sino que ahora abarcan otros puestos de trabajo, empleos que hasta ahora estaban en manos, por ejemplo, de un licenciado en Derecho”, constata el director del grupo integrado por la ETT Jobee y la firma de selección de personal Walt.

Además, el mercado laboral de la era covid, tanto el público como el privado, necesita sanitarios (ATS, enfermeras, médicos...) dada la escasez de profesionales en un momento en que el virus ha obligado a las empresas a reforzar sus áreas de vigilancia de la salud. Algo similar sucede con la falta de personal para cuidar personas mayores que ha puesto sobre la mesa la pandemia sanitaria.

Asimismo, hay trabajos que han venido para quedarse y a los que Olazabal augura “buenas” salidas profesionales. “Todo lo que tiene que ver con la informática, nuevas tecnologías, programación, digitalización y ciberseguridad. El mercado digital ha crecido a lo bestia y eso requiere tanto perfiles de empleados capaces de programar y gestionar la logística, todo el entramado de la distribución de la mercancía desde almacenes que ya reparten productos a lo loco a los clientes que compran on line”.

Igualmente, a raíz de la ley que obliga a las empresas a tener planes de igualdad, el campo de la responsabilidad social compartida se va a convertir en otro nicho de empleo abierto psicólogos, trabajadores sociales, pedagogos, técnicos de igualdad y demás profesionales con este tipo de formación. “Hay empresas que lo llevan haciendo años, pero a otras todavía les queda mucho por hacer si quieren gozar de un buen nombre”, subraya Olazabal.

Con todo, la crisis es real. De ahí, que lo que sí se ha incrementado es el número de personas que busca empleo, tras perder su trabajo, “no de forma desesperada, pero si antes teníamos 200 candidatos por cada oferta, ahora son 600”, compara el director del grupo Evolus. Mano de obra dispuesta también a aceptar un contrato por menos dinero, aunque “hasta cierto punto”, matiza Olazabal. “En Euskadi tenemos salarios más o menos altos y un sector industrial con peso, que se rige normalmente por convenios”, explica.

La incertidumbre también está provocando un aumento de la temporalidad laboral. Consciente de la mala prensa de las ETT, Olazabal se defiende. “El trabajo temporal ya hace tiempo que vino para quedarse y tiene sentido si se hace bien. Nosotros no creamos la temporalidad, la crea el mercado; nosotros sólo la gestionamos”, sostiene. Considera que un trabajador de ETT tiene que cobrar lo mismo que el contratado por una empresa si desempeña las mismas tareas. Hay que desterrar la idea de que las empresas de trabajo temporal han venido para precarizar el empleo, otra cosa es que gestione mal dicha temporalidad”, concluye.

“Nosotros no creamos la temporalidad, la crea el mercado; nosotros sólo la gestionamos”

Director general del grupo Evolus