- La segunda ola del coronavirus se agranda más y más, por lo que las autoridades, en algunos casos, están tomando medidas tan drásticas como durante los momentos más duros de la primera ola, al margen de un confinamiento domiciliario que todos los países tratan de evitar a toda costa. En esta línea, Italia y Bélgica se han visto obligadas a aumentar sus medidas. En la ciudad de Londres y Países Bajos, las restricciones van un paso más lejos con el cierre de toda actividad no esencial.
El primer ministro, Mark Rutte, declaró ayer el cierre de guarderías, colegios e institutos, y de toda la actividad no esencial, lo que incluye comercios, gimnasios, prostíbulos y museos, hasta el 19 de enero, en el confinamientos más rígido aplicado en Países Bajos desde marzo.
En un discurso a la nación, inusual en un jefe de gobierno neerlandés e interrumpido con pitidos y gritos de fondo de una protesta convocada delante de su oficina contra las restricciones, Rutte confirmó que Países Bajos “estará confinada” de forma inmediata y durante cinco semanas, tras dispararse los contagios a unos 10.000 casos por día.
Dos meses después de cerrar bares y restaurantes para controlar sin éxito los contagios, Rutte, que calificó las medidas de “severas” y “drásticas” pero “vitales”, pidió ayer a los ciudadanos reducir sus salidas, confinarse, no viajar al extranjero y limitar el número de invitados a casa a un máximo de dos personas, y a tres en Navidad.
Por su parte, el Gobierno italiano se encuentra dividido sobre la posibilidad de imponer el confinamiento a nivel nacional en torno a las principales festividades navideñas, endureciendo así las medidas ya anunciadas para dichas fechas ante las recomendaciones en este sentido formuladas desde el comité técnico científico que le asesora.
Bélgica sigue con toque de queda nocturno, limitación de los contactos sociales, teletrabajo obligatorio y con la hostelería, el ocio y el grueso de la cultura cerrados. Sin embargo, desde el 1 de diciembre se han vuelto a abrir los comercios no esenciales, salvo aquellos de contacto estrecho como las peluquerías. Se espera que los Gobiernos federales y regionales belgas actualicen las restricciones de cara a Navidad.