- Apenas faltan tres semanas para que niños y adolescentes vuelvan a traspasar el umbral de sus respectivos centros educativos, y la incertidumbre sigue marcando esta atípica vuelta al cole, que añade a los nervios propios de los pequeños, una especial nube de dudas de qué ocurrirá y cómo se desarrollará ese regreso las aulas.
La consejera de Salud, Nekane Murga, al ofrecer distintas pautas sobre cómo evitar nuevos contagios y reducir la curva que en las últimas semanas sigue ascendiendo hasta alcanzar cifras récord, reconoció que el mes de septiembre "se nos va a presentar como un mes complicado con la vuelta a la actividad laboral y escolar". Se trata de un escenario -resaltó- que apela a la responsabilidad de todos, y por eso pidió a la ciudadanía en rueda de prensa que, entre otras actuaciones, evite que los niños se relacionen entre sí en espacios públicos -tales como piscinas, parques, playas y plazas-, así como que se creen "burbujas de convivencia".
Además, y preguntada por este hecho, por el retorno a las aulas y en qué circunstancias se dará, reiteró, como han venido haciendo ella y la consejera de Educación, Cristina Uriarte, que las valoraciones se realizan "día a día" y que aunque la vuelta a las aulas prevista para el 7 de septiembre pueda parecer que está a cerca, "tenemos que plantear diferentes escenarios, diferentes posibilidades y diferentes medidas". Sin embargo, advirtió que las decisiones y el camino que escojan finalmente dependerán de la valoración que hagan de aspectos de epidemiología, y todo esto lo harán junto al ya citado departamento de Educación. "Analizado esto, iremos definiendo mejor en qué escenario nos encontramos".
También fue preguntada por la posibilidad de realizar test en las escuelas. En ese sentido, respondió que el riesgo de mayor transmisión del virus son siempre aquellas personas que tengan mayor proximidad y contacto físico. Por lo tanto, resaltó que aquellos profesores o personas que puedan estar en un comedor con los niños de menor edad "podría considerarse que tienen mayor riesgo, pero lo que quiero recordar es que la PCR es una foto inicial, que tenemos que valorar qué capacidad tiene en algo tan variable como van a ser unos grupos que a las tres de la tarde van a salir y a realizar otro tipo de actividades, tanto los alumnos como los profesores", explicó.
Asimismo, aseguró que la situación de las residencias y la de los colegios es "totalmente diferente. Las residencias son colectivos que están en cierta medida aislados, con un control de visitas y salidas, y a los que se les ha realizado la prueba". Las de los centros educativos, sin embargo, incidió en que son situaciones muy diferentes; "no existe esa capacidad de aislarles, de que la foto permanezca invariable durante días". Por otra parte, en estos momentos están valorando cómo actuar en el caso de que los alumnos presenten sintomatología, porque "creemos que probablemente el tratamiento no deba ser igual en un aula de estudiantes de mayor edad que en aquellas a las que acuden menores". Afirmó que también es necesario valorar qué volumen de alumnos ha habido en clase y qué tiempo de convivencia, a la hora de definir qué contactos son estrechos y cuáles no lo son.
"Entendemos que tenemos que intentar compartimentar las relaciones incluso dentro de las aulas, porque si no, la posibilidad de que un niño sea positivo y que inmediatamente nos genere -hasta que se conozca el resultado de la PCR- que todos sus compañeros tengan que volver a su domicilio u otro tipo de medidas, es algo que supondría para el propio curso escolar, el desarrollo de la educación y la docencia, y para las propias familias...", resaltó en ese sentido. Por eso, reconoció que hay que minimizar el riesgo, priorizar la salud, pero hacerlo lo más "práctico y posible para todos", aseguró finalmente la consejera. Y es que en estos momentos, y hasta que llegue ese 7 de septiembre, dado que la situación es cambiante y la legislación y las normas de seguridad se adecúan a cada paso del camino, la vuelta a los colegios se desarrollará de esa misma forma, analizando la situación y tomando las medidas que se precise en cada etapa.
PCR. La consejera de Salud asegura que el riesgo de mayor transmisión del virus son siempre aquellas personas que tengan mayor proximidad y contacto físico, pero que la situación de las residencias y la de los colegios es totalmente diferente.
Protocolo. Murga cree que hay que intentar compartimentar las relaciones incluso dentro de las aulas. Por eso, reconoce que hay que minimizar el riesgo, priorizar la salud, pero hacerlo lo más "práctico y posible para todos".