Los feriantes, un colectivo que agrupa a más de 30.000 familias en el Estado, piden ayuda para salir del particular túnel del terror que atraviesan tras el coronavirus. Asociaciones como Afevi, que agrupa a las ferias y espectáculos de Vitoria, denuncian que hasta ahora esta actividad no ha sido recogida en ninguna fase de la desescalada ni de la nueva normalidad, "algo que sí se ha hecho con los mercados ambulantes, una actividad itinerante muy ligada a la de los feriantes". Por ello, reclaman recuperar su actividad con medidas de prevención ante el coronavirus, como vigilar las distancias en las filas, reducir los usuarios por viaje y desinfectar con frecuencia las atracciones.

El portavoz de Afevi, Ángel Lamelas, apela a las palabras del alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, cuando decía que prefería ser criticado por prudente. "Y precisamente desde Afevi eso es lo que pedimos: actuar con prudencia y con coherencia. El Ayuntamiento desde sus distintos departamentos está planteando iniciativas de todo tipo: actividades infantiles en patios escolares, cine de verano en los parques, festivales, como Cabaret y Korterraza, por mencionar sólo algunas de las actuaciones, pero no permite nuestra actividad a pesar de contar con mayores controles de salud que los establecidos por el propio Consistorio", opina Lamelas.

En este sentido, destaca que a nivel nacional están abiertos todos los parques temáticos, "pero aquí, a pesar de tratarse de una competencia municipal, el Consistorio no responde a nuestras demandas. Si la nuestra es una actividad permitida en el resto del Estado y el propio Ayuntamiento está incentivando otras iniciativas culturales en el espacio público, ¿por qué no podemos llevar a cabo nuestro trabajo, siempre cumpliendo con las máximas garantías sanitarias?", se pregunta el portavoz de Afevi.

Éric Ortega

"Es un desastre"

A Éric Ortega Palacios le apasionaba tanto el mundo de la feria que un día decidió ganarse la vida así, pese a que en su caso, no heredó la vocación por tradición familiar. "Empecé hace cinco años con el bar porque trabajaba con la familia Ondarribi (los que tienen la churrería al lado de unos famosos grandes almacenes de la calle Paz) y me gustaba tanto ese tipo de vida que decidí arriesgarme y montar mi propio negocio", recuerda aún con emoción. En concreto, el salto empresarial lo dio con Chiringuito, como decidió llamar a su bar, cuya especialidad son los mojitos, que lleva en un remolque a todas las fiestas de los barrios de Vitoria. Aparte, hace algo más de un año se animó a poner también en marcha su propia hamburguesería itinerante que lleva por diversos pueblos de Álava y alrededores. "Ahora estaría con Chiringuito en la fiestas de Zabalgana y acabaríamos de terminar las de Víllodas, con la hamburguesería. Es inevitable acordarse de las fiestas a las que iba y más aún cuando es de lo que comes", lamenta este joven.

La última vez que pudo despachar sus apetitosas burger, precisa, y desde entonces, como cuenta, sus negocios se han quedado aparcados en un pabellón de Portal de Gamarra, acumulando nueve meses consecutivos con la persiana bajada. Además, una chica que le ayudaba también se ha quedado en el paro. "El mayor problema que tienes con este tipo de negocios es que conllevan mucha inversión, sobre todo de mantenimiento, porque los recambios son más caros que en otros tipo de vehículos, pero también porque se necesitan hacer mejoras o ampliaciones. Por eso lo habitual es empezar la temporada en negativo", detalla.

Lo que pasa es que esta vez la pandemia les ha dejado con más números rojos que nunca. "Es un desastre porque aunque no podamos trabajar, seguimos teniendo prácticamente los mismos gastos, quitando el de la compra de género, pero el alquiler del local para guardar los remolques, por ejemplo, no baja. Son unos gastos fijos que no cambian y que en mi caso son unos 400-500 euros como mínimo", especifica.

Al menos, se dio de baja de autónomos en octubre, "en cuanto acabó la temporada", una práctica habitual entre los feriantes al ser un trabajo de temporada, porque de lo contrario, hubiera sido otro "suma y sigue". No obstante, cuando a Ortega se le pregunta qué tipo de ayudas vendrían bien para su sector, "agradecería por parte de los ayuntamientos más apoyos porque es un colectivo que aporta mucho en el plano económico, al ser muchos barrios, y que en todos ellos se paga el agua, la luz y otro tipo de tasas".

Y aunque entre los feriantes "cada familia es un mundo", subraya que "directamente dinero no pedimos, pero al igual que se han abierto discotecas, nos gustaría que se buscara la manera de que la feria también esté incluida y de que ésta nos salga rentable, sin tasas abusivas, porque ahora no podemos meter un montón de dinero en ella".

Ortega hace un último llamamiento: "Cuando veamos que se cancelan las fiestas de los pueblos, también hay que pensar que hay mucha gente que vive de esto: espectáculos, montadores de escenarios, etc. Este tipo de ocio ha sido cortado por lo sano, pero que se piense en toda la gente que hay detrás porque es mucha", resalta.

Nagore Ollo

"En tierra de nadie"

"El año ha sido todo un fracaso". Con estas palabras resume Nagore Ollo cómo han ido los últimos nueve meses para feriantes como ella, a cargo de la Baby infantil, una atracción para txikis a partir de 18 meses, y de un puesto de algodón de azúcar de los que comen cinco personas: su madre, su marido, sus dos hijas y ella. "Yo nací en esto porque mi madre ya llevaba el negocio, pero siempre lo hacía entre pueblos del País Vasco, para que no perdiéramos clase", explica esta mujer.

Ahora, como recuerda, tendrían que estar en fiestas de Zabalgana, luego en las de Santiago y en Ibailakua, donde el galeón pirata. "La pandemia nos ha supuesto prácticamente la ruina. En octubre hicimos El Pilar, en la plaza de la Constitución, y eso ha sido lo último. Tendríamos que haber empezado a finales de mayo, con Arana, pero es imposible. No depende de nosotros, porque ya presentamos también las medidas de prevención. Estamos en tierra de nadie. Lo dejan en manos de cada Ayuntamiento. Valladolid, por ejemplo, sí que tendrá atracciones (eximiendo incluso a los feriantes de pagar tasa de instalación), pero aquí no", cuenta con pesar. Respecto a ayudas, opina lo mismo que Ortega: "No queremos que nos regalen nada, solo queremos ganarnos la vida, como lo hemos hecho siempre".

A su juicio, la solución ideal pasa por un acuerdo con el Consistorio "para que nos deje hacer una microferia, con un par de barracas en cada barrio, pero con todas las medidas. El covid nos ha afectado a todos, pero a nosotros nos ha dejado fuera de todo: de la desescalada, de las ayudas y de la vida, pero nosotros tenemos que seguir comiendo".

Afevi. Es la asociación de ferias y espectáculos de Vitoria. Reclama recuperar la actividad del sector con medidas de prevención, ya que la situación es "crítica".

El portavoz de Afevi pide al Ayuntamiento de Vitoria que se pueda retomar este tipo de actividad.

Ortega, feriante de Gasteiz, recuerda que hay mucha gente que vive detrás de todas las fiestas que se están cancelando.

Para esta feriante de Vitoria la solución ideal pasa por llegar a acuerdos con el Ayuntamiento que les permitan retomar la actividad.

La asociación de ferias y espectáculos de Vitoria señala que más del 70% de los feriantes no recibe ayudas

- La Asociación de ferias y espectáculos de Vitoria (Afevi) denunció recientemente en un comunicado que cuando se decretó el estado de alarma, más del 70% de los feriantes estaban inactivos en el régimen general de autónomos (RETA) dado que tienen un "trabajo de temporada que se desarrolla fundamentalmente entre los meses de abril y octubre", por lo que la situación del sector es "crítica".

Como consecuencia de ello "más del 70% de los feriantes actualmente no está recibiendo ningún tipo de apoyo económico" a lo que se suma la falta de ingresos y la necesidad de hacer frente a distintos pagos.

Por ello pide medidas fiscales y laborales "urgentes" para amortiguar los efectos de la crisis, así como contar con una previsión de plazos y medidas de seguridad necesarias para retomar la actividad.

Propone, por ejemplo, que los diferentes ayuntamientos bonifiquen la ocupación del espacio en el que se ubiquen las atracciones e impulsar "medidas de dinamización del colectivo del mismo modo que se está haciendo con otras actividades comerciales, culturales, deportivas, o con la hostelería y restauración, actuaciones muy ligadas al ocio".

En cuanto a las novedades de la normativa, este jueves la Asociación de municipios vascos (Eudel) envió una serie de pautas generales para orientar y reforzar la actuación directa de los ayuntamientos, contando con la implicación de la ciudadanía y de los agentes sociales del municipio. Se trata de un decálogo que, en su punto quinto, recomienda "evitar la utilización del espacio público para montaje de atracciones de feria, txosnas, puestos de venta ambulante o similares, en los que no se pueda garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad"

El Monaguillo, como se conoce a este humorista, actor y presentador malagueño, cuyo nombre real es Sergio Fernández, ha sido una de las caras conocidas que ha apoyado las reivindicaciones de Afevi y del resto de asociaciones del sector. Lo ha hecho grabando un vídeo para expresar su total solidaridad hacia las 30.000 familias de este colectivo.

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Es el tiempo que de media llevan sin poder trabajar los feriantes. En octubre lo hicieron por última vez con las fiestas de El Pilar y de Halloween.