- Alejada de las grandes masificaciones, Rioja Alavesa se va a convertir en uno de los destinos elegidos por los turistas este año con propuestas diferentes como, por ejemplo, sus calados. Los pueblos medievales que se encuentran en la comarca tuvieron que enfrentarse a grandes retos arquitectónicos, asegurando, por un lado, la fortificación de las mismas, al tiempo que realizaban salvoconductos para poder escapar. Este es el curioso origen de estas estructuras soterradas utilizadas durante mucho tiempo como lugar ideal para la crianza de los vinos y que, hoy en día, siguen estando muy presentes.
Bajo los pies de los visitantes de Laguardia hay estos kilométricos túneles que sirvieron para poder escapar de la localidad en caso de sitio por fuerzas invasoras. De hecho, son estas excavaciones las que hacen imposible el tráfico rodado por el casco histórico de la localidad al estar las calles horadadas. Estos subterráneos, posteriormente se cerraron y parcelaron, entregando a cada edificio sus subterráneos. Estas delimitaciones permitieron que los propietarios instalaran en ellos pequeñas bodegas e incluso salas de comedor que hoy se pueden visitar y que, en algunos casos, siguen en activo.
Ahora, conocer los secretos de los calados de la Ruta del vino de Rioja Alavesa es más fácil que nunca gracias a visitriojaalavesa.com. A través de la web, los curiosos podrán escoger -para sí mismos o para hacer un regalo de ensueño- entre una amplia variedad de experiencias para descubrir esta centenaria forma de elaborar vinos. Ya sea junto a un paseo por viñedos, descubriendo la historia medieval de las villas o catando los vinos que se elaboran en estas cuevas, todo el mundo encontrará su plan ideal para maridar historia con los mejores vinos de la comarca.