os pensionistas que se vienen manifestando todos los lunes en Euskadi en demanda de unas prestaciones dignas avisaron ayer al Gobierno Vasco que salga de las elecciones celebradas este pasado domingo de que el colectivo seguirá en la calle hasta que sus reivindicaciones sean atendidas. El movimiento de pensionistas de Álava celebró en Vitoria la última de sus movilizaciones antes del parón del verano y valoró la afluencia de personas a sus protestas en esta etapa posterior al confinamiento, lo que les ha permitido mantener la lucha a pesar del “miedo” del colectivo a posibles rebrotes.
El portavoz de Pentsionistak Araba, Jesús María Soubies, explicó a Efe que han logrado sacar a la calle semanalmente a “unas 5.000 personas” en toda Euskadi, aun cuando los mayores son “los más golpeados” por el covid-19. Los concentrados volvieron a demandar la revalorización de las pensiones por ley para lograr un sistema “digno y eficiente”, la derogación de “los aspectos regresivos” de las reformas de las pensiones de los años 2011 y 2013, la supresión definitiva del factor de sostenibilidad y el incremento de la pensión mínima hasta los 1.080 euros, entre otras cosas. El acto, celebrado en la plaza Nueva, estuvo amenizado con la actuación de dos cantautores y un grupo de txistularis.
Mientras tanto, la Asociación de pensionistas de Agurain puso también ayer fin a sus concentraciones semanales con motivo del período estival. Al igual que Pentsionistak Araba, el colectivo regresará a la calle el lunes de 21 de septiembre para seguir haciendo frente a los retos pendientes y “a las amenazas que se ciernen” para conseguirlos.