an pasado ya tres semanas desde que el equipo de trabajo de la residencia San Francisco Javier, en el pequeño concejo de Arroiabe, de Arratzua Ubarrundia, tomara la decisión de confinarse con las personas usuarias del centro para protegerlas y proteger también a sus propias familias ante la actual crisis que se vive a nivel mundial a causa de la covid-19.
La decisión de confinarse por el posible riesgo en las entradas y salidas de personal estaba tomada ya desde antes, pero prefirieron esperar hasta ese mismo sábado para poder organizarlo todo en el exterior y que los propios trabajadores -que promovieron esta iniciativa- pudieran despedirse de sus familias y dejarlo "todo preparado".
Otra de las causas que les había llevado en ese momento a tomar la decisión fue que la residencia se encuentra fuera de Vitoria "y la Policía nos paraba cuando íbamos y volvíamos de trabajar", explica la encargada, Ana Belén Pérez.
En ese momento, antes de cerrar las puertas, tanto ellas como sus once usuarios auguraban que el encierro se prolongaría hasta el pasado 12 de abril pero, finalmente, y debido a los últimos acontecimientos y a que el propio estado de alarma también se ha alargado, tienen pensado seguir hasta mañana.
"Estamos todos muy sanitos. Es una gozada, sabiendo el sacrificio que se ha hecho, que haya servido para algo", asegura Ana Belén Pérez, que ya hace unas semanas, la víspera de iniciar el confinamiento, adelantaba a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que "la decisión que han tomado ha sido muy valiente, adoro a mi equipo".
Ahora les toca -explica- vivir al día. "Paso a paso, día a día, hay que ir viendo los pros y los contras, pero de momento seguimos todos enteros y contentos", reconoce. Y es que lo que no quieren bajo ningún concepto es "que venga el bicho, que no lo queremos".
Han tomado la decisión de abandonar ya el confinamiento porque Pérez reconoce que "son muchos días y no es que estén cansadas, pero las familias y todo. Vamos a intentar después de eso volver a la normalidad. Veremos diferentes posibilidades".
Además, asegura que en estos días las personas usuarias del centro también han estado bien, ya que aunque hay un "enemigo" que acecha en otros puntos, de momento a San Francisco Javier no se ha atrevido a acercarse. "Los usuarios están muy bien de ánimo. Ha acompañado el tiempo y hemos disfrutado de los jardines privados, hemos hecho actividades, etc. El ver a los trabajadores allí ha sido gratificante. Como convivencia, he de reconocer que es para repetir", sonríe, al tiempo que recuerda que es un equipo de trabajo que se conoce "desde hace mucho tiempo y hay una confianza y una libertad; todos sabemos lo que hay que hacer y se hace. Es fácil".
Desde que todo ocurrió, Pérez asegura que ha estado desinfectando en profundidad la residencia. "Arroiabe huele los sábados a lejía que da gusto", ríe. Recuerda que hace varios días les llamaron los Bomberos de Agurain y les dijeron que se pasarían ellos a desinfectar, pero "no sabían cuándo". De todas formas, todos los sábados ella se encarga de los exteriores, ya que del interior se ocupa tres veces al día el equipo de trabajo. Diluyen lejía con agua en las proporciones especificadas y desinfectan los columpios, pomos, porche, etc., "todos los sitios en los que puedan estar los usuarios, y más teniendo en cuenta cómo nos están acompañando estos días en lo meteorológico", informa.
La encargada recuerda que este centro fue también uno de los primeros en decidir no aceptar la entrada de las visitas, y desde antes de que decidieran confinarse tampoco accedían ya al interior los proveedores. "Todo me lo dejan en la calle y lo manipulamos nosotras", recuerda. Pérez reconoce que todas las decisiones que están tomando últimamente son "duras". Lo fue especialmente para ellos la parte de no dejar entrar a nadie, pero "seguimos haciendo vídeo llamadas con las familias y sus hijos. No es lo mismo pero intentamos mantener ese contacto", porque ella también es consciente de que en estos momentos el contacto, aunque sea vía telemática, es agradecido.
"Los usuarios están muy bien de ánimo y, además, ha acompañado el tiempo"
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