El último día de la semana laboral y cuarto en el que los centros escolares de Gasteiz amanecieron con las puertas cerradas se desarrolló con una actividad a bajas revoluciones por las calles de la ciudad. A medida que ha ido consumiéndose la semana se ha percibido una sensible merma en la presencia de gente y tráfico en las calles. Circular al volante se ha convertido en un placentero transitar sin las congestiones de otras jornadas. Algo similar sucedió ayer en dos puntos de llegada o salida de viajeros como la estación de ferrocarril o la de autobuses. En las dos imágenes superiores de la izquierda se puede apreciar el desértico andén sin pasajeros dispuestos a emprender un viaje de fin de semana. Ni el tren ni los autobuses fueron escogidos como medio de desplazamiento por los vitorianos o visitantes. Donde si hubo actividad fue en la calle Bremen. A mediodía se presentaron allí varias dotaciones de la Ertzaintza, pertinentemente protegidas, para hacer entrega de notificaciones de confinamiento a las personas que están sometidas a un proceso de cuarentena. Se trata de alguno de los asistentes al masivo funeral de mediados de febrero que propició la difusión de coronavirus a puntos de localidades cercanas como Miranda de Ebro, Burgos, o la riojana de Haro. Media docena de agentes enfundados en las escafandras blancas, como se aprecia en la fotografía central, se ocuparon de la labor. Por último, las medidas de prevención para evitar nuevos contagios por Covid-19 son cada jornada más visibles en cualquier rincón de Gasteiz. En la emblemática balconada de San Miguel se pudo observar a ciudadanos protegidos con alguno de los tipos de mascarilla, tan demandadas y escasas en estos días. La actividad de reparto del personal de Correos está también en máxima alerta y los guantes de látex se han convertido en una elemento más de los carteros de la ciudad. De esta manera se evita el contagio con los sobres y etiquetas de envíos.
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