Vitoria - La enfermera escolar existe desde hace alrededor de un siglo y en la actualidad es una figura consolidada en países como Francia, Suecia, Reino Unido o Estados Unidos. Su función no se limita a la meramente asistencial o de prevención y promoción de los hábitos de vida saludable entre el alumnado, sino que también evita al profesorado proporcionar una atención sanitaria para la que no tiene formación ni competencias y favorece además la conciliación de la vida laboral y familiar. Sin embargo, su presencia en Álava es todavía “muy escasa, no está regulada y no es uniforme”, según advirtieron ayer en Gasteiz Samantha González y Gabirel Pérez, secretaria provincial y delegado de Satse, respectivamente.

Esta realidad se reproduce en el resto de Euskadi y del Estado, lo que ha llevado al propio Sindicato de enfermería, al Foro español de pacientes (Fep), al Sindicato independiente de la enseñanza pública (Anpe) y a la Federación española de diabetes (Fede), agrupados en la Plataforma estatal de enfermera escolar (PEEE), a lanzar una campaña para lograr la implantación de la enfermería escolar en todos los centros educativos para el próximo curso 2020/21. 135 escuelas públicas alavesas -de todos los niveles educativos- y alrededor de 30.000 alumnos se beneficiarían de la incorporación de este perfil profesional a los colegios, aunque la petición de que esta figura se incorpore se extiende “a todos los centros”, según aclaró González. A día de hoy, sólo unos pocos concertados cuentan con enfermera en el territorio.

Sin dejar las cifras, un total de 16 centros han tocado ya la puerta de la asociación alavesa de diabetes (ADA), literalmente, para “pedir ayuda”, al no saber cómo intervenir cuando han llegado a sus aulas pequeños con el tipo 1 de esta enfermedad. “A los docentes no se les puede dejar solos”, apuntó en este sentido Merche Larrea, vicepresidenta y madre de un menor con diabetes. Este colectivo sería uno de los grandes beneficiados de esta medida, porque sólo en Álava hay alrededor de 400 menores de 18 años con diabetes tipo 1, 110 de ellos en Primaria o Infantil, lo que les hace totalmente dependientes de una persona adulta para la correcta administración de la insulina y de las raciones de hidratos de carbono. “No vemos otra figura que la de la enfermera escolar en los colegios”, reconoció Larrea, consciente de que todas las medidas de carácter paliativo que se han ido tomando hasta ahora en el territorio sólo pueden calificarse de “parches”. “A muchos padres se les ha invitado a ir a la escuela concertada”, remarcó Larrea. El protocolo para atender a estos menores en los centros, impulsado en Euskadi gracias al empuje de colectivos como ADA, cuenta ya con el teórico plácet institucional, pero no termina de ponerse en marcha.

acciones La campaña, que ha sido bautizada como Su salud, tu tranquilidad, contempla encuentros con instituciones como los ministerios y las consejerías de Sanidad y Educación, la presentación de iniciativas como PNL y mociones en ayuntamientos, diputaciones o parlamentos o el desarrollo en Euskadi de una campaña de información y sensibilización social a gran escala. Además, la PEEE iniciará una recogida de firmas en change.org solicitando la presencia de, al menos, una enfermera en cada colegio e instituto, y realizará una encuesta entre la ciudadanía para conocer su grado de respaldo a la propuesta.

González, Pérez y Larrea incidieron en la impagable labor informativa y formativa que la enfermera escolar también desarrolla en los centros, lo cual complementa la formación del profesorado en materia preventiva y evita enfermedades futuras y sus costes para el sistema sanitario. “Nos cuesta mucho hacer ver que es una inversión y no un gasto”, recordó la secretaria provincial de Satse.

El colectivo impulsor de esta iniciativa defiende también el establecimiento de criterios normativos homogéneos a la hora de generalizar esta figura, que se asigne cada colegio al centro de salud de referencia y que haya una “adscripción integral” de la profesional al equipo de atención primaria, pero llevando a cabo su actividad exclusivamente en el centro. “Hay que hacer un trabajo previo y hay que hacerlo bien”, reconoció González.