laguardia - El sonido de los corquetes y de los tractores ha finalizado en Rioja Alavesa. Al menos, oficialmente, desde el 15 de octubre la vendimia ha finalizado y solo quedan algunas parcelas, retrasadas exprofeso por sus propietarios o por los enólogos y con conocimiento del Consejo Regulador.

De esta forma, desde que el 21 de agosto comenzara la vendimia en la zona más temprana de la denominación se han recogido 385.521.144 kilos de uva, de los que 269.552.549 corresponden a La Rioja, 88.465.705 a Álava y 27.502.890 a Navarra. Así, por lo tanto, se confirma un descenso importante en cuanto a producción, aproximadamente del 20% con respecto al año anterior que se vendimiaron 486 millones de kilos de uvas, que dejaron 330 millones de litros amparados.

En Rioja Alavesa y por tipo de titular, de la cifra total de 88.465.705 kilos los criadores vendimiaron 68.700.910 y de ellos 62.387.307 eran de uva tinta y 6.313.803 de blancas. Las cooperativas entraron en sus edificios 10.287.982 kilos (9.497.080 tintas y 790.902 blancas): los almacenistas 2.653.563 (2.271.756 tintas y 381.807 blancas). Finalmente, los cosecheros han metido en sus calados 6.823.250 kilos (6.335.950 tintas y 487.300 blancas). Esta enorme masa de frutos ha sido controlada desde el principio por los servicios técnicos del Consejo Regulador. De acuerdo con lo aprobado por la entidad, las normas de esta campaña contemplan la entrada en bodega de un rendimiento equivalente al 110% del establecido para variedades tintas y 106% del determinado para variedades blancas. El rendimiento de transformación es del 71%.

En cifras concretas, en el caso de las uvas tintas, el rendimiento de campaña será del 110%, hasta 7.150 kilos, el máximo amparable será hasta de 6.565 kilos por hectárea, equivalente al 101% del establecido. Sobre los 585 kilos restantes (9%), el viticultor, de común acuerdo con la bodega en la que se entreguen podrá constituir un stock cualitativo.

En el caso de las uvas blancas, el rendimiento de campaña será del 106%, hasta 9.540 kilos, el rendimiento máximo amparable será hasta de 9.090 kilos por hectárea, equivalente al 101% del establecido. Los 450 kilos restantes (5%) serán admitidos como provenientes de desviaciones por causas climatológicas y la transformación que resulte será vino no amparado.

En lo que respecta al rendimiento de transformación de uva en vino, el ratio para este año se fija en 71 litros de vino por cada 100 kilos de uvas, cifra que es diferente para los vinos procedentes de viñedos singulares (65%) y para los espumosos (blancos y rosados) de calidad (62%).

En cuanto a la calidad, desde el comienzo de la campaña, tanto el órgano de control del Consejo como los propios bodegueros han ido apreciando un excelente estado de la uva que ha despertado muchas ilusiones. Este es un tema, el de la calificación, que se sigue de una manera muy rigurosa para que la diversidad de vinos y bodegas converjan en una puntuación común certificada por los expertos. Según Pablo Franco, director de los servicios técnicos del Consejo Regulador, “la clave está en cómo lo hace Rioja. Muchas veces oímos valoraciones de otras denominaciones en las que al final hacen una cata de diez vinos y dicen que es excelente”.

En Rioja es completamente diferente. “Lo que hacemos es tomar 4.500/5.000 muestras y todas entran en la batidora. La valoración y la puntuación que se le ha puesto a todas esas muestras son las que juegan para determinar la calidad de la cosecha. Y es que la cosecha se valora en función de la puntuación que hacen los 150 catadores que vienen aquí, a la sala de catas del Consejo. Y con todos esos puntos se hace una media para valorar la cosecha”, detalla el técnico.