Agurain vivió ayer una nueva jornada en la que los niños y niñas recién nacidos, los txikis y los blusas y neskas veteranos fueron protagonistas.
La jornada comenzó con una marea verde de cerca de 300 participantes en la marcha contra el cáncer, cuya recaudación se destinará a la investigación tras un recorrido de siete kilómetros en torno al parque de Galzar, Oriamendi y casco histórico. Luego, el interés se centró en el concurso de calderete con tres las agrupaciones participantes. La asociación de mujeres Sallurtegi, que luchó por revalidar el título; los miembros de Hiru Haundiak y los integrantes de la sociedad gastronómica Lur Sagar. “Aquí hay mucho nivel”, comentan entre risas Iñigo y Pedro, de Hiru Haundiak. Durante todo el cocinado recibieron la visita de amigos y familiares. “Venga, que lo estáis haciendo muy bien. Tiene muy buena pinta”, señala frente a la cazuela de Sallurtegi, mientras Eloy, Jonatan y Javi se esmeran en preparar el guiso ganador tras la cata del jurado.
Y entre plato y plato, la plaza de Santa María acogió el recibimiento y entrega de un regalo a las niñas y niños empadronados nacidos durante el último año en Agurain. En total, 64. Unos, vestidos de caseros, otras de neskas y los más plácidamente dormidos, trajes a los que sumaron el pañuelo festivo de cuadros al cuello con la inscripción Ongi etorri aguraindarra y una camiseta de regalo con la inscripción Nirekin euskeraz. Tras la bienvenida a Izane, Malen, Unai o Mohamed, entre otros, la fiesta se trasladó a todos los rincones del pueblo. Además, la jornada estuvo dedicada a los blusas y neskas veteranos, que rememoran sus años mozos.