laguardia - Apenas a mes y medio de que se generalice la vendimia, la sectorial vitivinícola de Unión de uniones ha manifestado que no debería haber especiales problemas “salvo que se creen artificialmente”, ya que una cosecha media-corta tanto a nivel nacional como en la UE y el buen ritmo de salidas, debería compensar los stocks de inicio de campaña superiores a años anteriores. Según los datos barajados por Unión de uniones, la sequía y diversos episodios graves de pedrisco, pueden dejar una vendimia del orden de los 39-40 millones de hectolitros a nivel nacional, que es una cosecha casi un 20% por debajo de la anterior y, aproximadamente, un 6% inferior a la media de los cinco años anteriores.
Los otros dos principales países de la UE tampoco tienen buenas producciones. En el caso de Francia estaría en el entorno de los 43 millones de hectolitros, inferior a su media de los últimos años si se descuenta la excepcionalmente mala del 17. También Italia volvería a sus niveles medios de alrededor de 49-50 millones de hectolitros y, en definitiva, todo ello dejaría la cosecha europea en valores de unos 165 millones de hectolitros. Esta producción moderada debería compensar un alto nivel de existencias que, efectivamente, son superiores a los habituales y que a finales de junio se situaban en 41,8 millones de hectolitros, aunque desde la sectorial se ha apuntado que la cifra se reducirá en el enlace de campaña de manera significativa por las salidas de vino, que se han acelerado durante julio y se podrían reducir hasta los 36-37 millones de hectolitros.
Unión de uniones considera que, en consecuencia, no debe ser la 2019/2020 una campaña especialmente problemática, “salvo que artificialmente se busque crear problemas”. En este sentido, “llaman poderosamente la atención los anuncios que, incluso desde algunas organizaciones agrarias, se han hecho de ruinosas caídas del precio de la uva o de que se va a llegar a unos precios hundidos y considera que no juegan en favor de los intereses de los viticultores, sino todo lo contrario”.
La realidad, sin embargo, apunta a situaciones complicadas tras conocerse que las uvas para cava en Cataluña se están pagando prácticamente al doble que en Extremadura. Afortunadamente, en la zona de Rioja Alavesa, esta situación es diferente, ya que el único elaborador de cava que queda, Faustino, se aprovisiona de sus propias uvas.
La organización, en respuesta a un escrito remitido en días pasados a la agencia de información y control alimentarios (AICA) ha sido informada de que el programa de controles in situ de la agencia se iniciará la última semana de este mes con el objetivo de comprobar a pie de bodega tanto la existencia de contratos, como que reúnen los requisitos mínimos exigidos por la Ley 12/2013. La AICA hará especial hincapié en el precio, comprobando las entregas para verificar el cumplimiento de las condiciones pactadas.
Unión de uniones recuerda también que debe respetarse el pago en el plazo de 30 días desde la finalización de la entrega de la uva, tal y como obliga la Ley 3/2004, de 29 de diciembre de lucha contra la morosidad y que sólo en el caso de que uvas que pueden destinarse a vinos acogidos a figuras geográficas o de calidad se puede aplazar.