las fiestas de La Blanca ofrecen alternativas para todos los gustos. Desde los actos más tradicionales hasta los más novedosos, por el día y por la noche, las calles de Gasteiz sirven de escenario a lo largo de la semana para un amplio programa con el que es muy difícil aburrirse. Y si hablamos de clásicos, no pueden pasarse por alto los tres mercados al aire libre más importantes que pueden encontrarse durante el ciclo festivo en distintos puntos de la ciudad, concretamente en tres de sus plazas: Las de Santa Bárbara, General Loma y Juan de Ayala, hogares temporales de las ferias de La Blanca, la de gastronomía y artesanía popular y el zoco árabe, respectivamente. En conjunto, un gran mercado al aire libre donde adquirir todo tipo de productos alimenticios, ropa y complementos de elaboración artesanal y seguir disfrutando de los encantos de estas fiestas patronales.
La primera escala de este viaje tiene lugar en la feria reubicada este año en la plaza Santa Bárbara, recientemente renovada, en un mercado de artesanía que es ya parada obligatoria durante estos días. El mercado acoge 40 puestos con una gran variedad de productos artesanales, desde prendas textiles pintadas a mano, artesanía en cuero, joyas artesanales, láminas ilustradas o complementos realizados a partir de materiales reciclados.
Tras el mostrador de Arteengotas, un taller de Barcelona que elabora colgantes, pendientes y otros accesorios en vidrio y plata, decorados con obras de destacados artistas contemporáneos, atiende al público la gasteiztarra Carolina Fernández, que ya conoce el mercado de ediciones pasadas. “De ventas vamos parecido a otros años. Un poco flojo al principio y ahora a ver si recuperamos en los días de fiesta”, apunta Carolina. Cabe recordar que esta feria abrió sus puertas el día de Santiago y que los puestos se mantendrán en Santa Bárbara hasta el viernes. “El sitio es más céntrico, aunque mucha gente aún no lo conoce. Estamos un poco apretados quizá. Algo más de espacio igual vendría bien”, describe Carolina.
disposición “mejorable” Uno de los más veteranos en este mercado es Nicolas del Hoyo, uruguayo aunque durangarra de adopción, que viene acudiendo por fiestas a una ciudad que le “encanta” desde el año 1999. En su puesto la clientela puede encontrar joyería, pañuelos o mochilas. “Yo estoy más cómodo aquí y estamos trabajando bien, aunque todo es mejorable, tanto como vendedor como hablando con la gente”, advierte Nicolás. Se refiere este trabajador fundamentalmente a la disposición de las casetas, que crean tres pasillos “con distintas posibilidades de venta” y que en el caso del central ha llegado a provocar importantes colapsos puntuales. “Vamos a lanzar una propuesta para crear dos pasillos dobles, como en el que me encuentro yo, y dejar más espacio entre los puestos. Sé que no le gusta a todo el mundo pero se crearían más oportunidades para vender nosotros y sería más cómodo para el cliente”, remarca este vendedor.
El camino se detiene ahora en la quincena de puestos de la feria de gastronomía y artesanía de General Loma, que atenderá al público hasta mañana a las 15.00 horas. Queso Idiazabal, embutidos, legumbres y otros artículos como jabones o pulseras son sólo unos pocos de los productos que pueden encontrarse en este mercado, donde el pastel vasco es uno de los productos estrella. Leyre Belaustegui, “vitoriana de pro” aunque actualmente con hogar laboral en Izarra, donde se ubica su pastelería (Goiuri), vende estos días el pastel ganador del último campeonato de Euskadi. También triunfó en los de los años 2012, 2015, 2016 y 2018. “Ayer -por el lunes- fue un boom impresionante. Un exitazo total, con la gente muy animada. Mucho turista y muchísima gente de fuera que se preocupa por el producto artesano. Fue un día estupendo. Hoy -por ayer- un poco más flojo, porque tenemos esa resaca, pero ahora empieza un poquito el ambiente. Estas fiestas nunca fallan”, subraya.
Otra escala obligatoria durante La Blanca tiene como escenario el zoco árabe, donde al margen de la posibilidad de comer platos típicos de esta gastronomía como el falafel, el cous cous, el kebab o los pinchos morunos puede adquirirse una gran variedad de productos de artesanía y disfrutar de distintos espectáculos. Abrirá sus puertas hasta mañana. “Las fiestas van bien. Llevamos dos días y hay mucho jaleo. Ahora por las mañanas casi no hay nada, pero a la hora de comer y por la noche, mucha gente”, celebraba ayer a media mañana Soufiane Bayahia, vecino de León aunque de origen marroquí, sorprendido por el gran ambiente de La Blanca.