Vitoria - El sindicato de enfermería en Euskadi denunció ayer que Osakidetza, “en su afán de ahorro”, cerrará este verano más de 700 camas, cerca de 150 de las cuales se ubican en hospitales alaveses. A juicio de Satse, esta realidad “afectará negativamente a la seguridad y salud de la ciudadanía, así como a las enfermeras y fisioterapeutas”.
Satse criticó que Osakidetza utilice como “chivo expiatorio” el argumento de que “la gente se va de vacaciones” para cerrar camas y servicios, además de “no sustituir adecuadamente” a los profesionales. “Los servicios sanitarios siguen sin entender que las personas no eligen cuándo ponerse enfermas y en verano, como en cualquier otro momento, necesitan ser atendidos con calidad y seguridad”, censuraron desde el sindicato. En este sentido, la organización lamentó que, en lugar de aprovecharse el verano para la reducción de las listas de espera, éstas se incrementan aún más al paralizarse las consultas externas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas no urgentes. “Seguir afirmando que no cierran camas, sino que adecuan la oferta asistencial, es un insulto. Se trata de ahorrar dinero a costa de la atención sanitaria que se presta a pacientes y ciudadanía”, apuntó Satse.
Otra “consecuencia negativa” del cierre de camas es, según Satse, la “masificación” de pacientes en los servicios de Urgencias. “También aumenta el índice de enfermos que no son atendidos en la unidad correspondiente a su patología, lo que deteriora la asistencia recibida”, censuró.
respuesta El Departamento de Salud y Osakidetza aseguraron en respuesta a la denuncia de la central que durante los meses de verano “mantienen la disponibilidad de camas en los hospitales” y “garantizan la hospitalización de quienes lo precisen”, aunque reconocieron que se cierran algunas camas porque “al igual que hace el resto de sistemas sanitarios del mundo” en Euskadi también se adoptan “medidas de adecuación” a la demanda.
“Es una acción de sentido común que se realiza todos los años: se trata de adaptar los recursos a las necesidades de la salud”, explicó Osakidetza. Así, durante el año se intenta mantener el índice de ocupación de camas en torno al 80 % y “de la misma manera que en época invernal el número de camas se amplía, en época estival su número disminuye ya que son menos las personas que precisan ingreso o estancia hospitalaria”. Este tipo de medidas son, por tanto, “un ejercicio de gestión eficaz de los recursos públicos”. - DNA/ Efe