nanclares -La localidad cuenta desde el pasado mes de mayo con más contenedores dedicados exclusivamente a recoger los restos orgánicos de basura de los domicilios o de los comedores, bares y restaurantes para potenciar de esta manera la recogida selectiva y posibilitar un mejor reciclaje.

La medida está impulsada por el Ayuntamiento de Iruña Oka y la Cuadrilla de Añana y, según explica la técnico medioambiental, Ana Tere Monge, forma parte de un proyecto más amplio para dar una segunda vida a los residuos, con la idea de favorecer el compostaje con este material.

Los contenedores de orgánico se instalaron inicialmente en Nanclares por dos razones, según explica. En primer lugar, porque es la población con más habitantes de la comarca y, en segundo, por su proximidad con las plantas de tratamiento de residuos de Vitoria. Se comenzó con varios puntos de recogida y ahora se han añadido otros en las calles Alanzi y Álava, que desde ahora disponen de los contenedores de color marrón que identifican esta operación.

Para implicar a la población se facilitó información a los vecinos de esos entornos, así como a los grandes productores de este tipo de residuos, como son los colegios, restaurantes y hostelería en general, y posteriormente se les entregó un cubo especial para separar en las casas o en los centros de producción los residuos, así como un rollo de bolsas de basura biodegradables y una llave que permite abrir los contenedores, que están cerrados por cuestiones de higiene y de seguridad.

En dichos cubos se depositan restos de fruta, verdura, carne, pescado y otras comidas; cáscaras de huevo, marisco y frutos secos; posos de café e infusiones; papel de cocina sucio y servilletas usadas; tapones de corcho, cerillas y pequeños restos de jardinería, como ramos de flores, plantas u hojarasca, todo ello cerrado en las bolsas para facilitar el tratamiento en la planta adecuada. En cuanto a la implicación de los vecinos, la respuesta, de momento, es algo desigual. Monge explica que al principio hay un gran interés en participar en este proyecto y el potencial de vecinos es muy grande, ya que podría llegar a los 900 que residen en el municipio. Sin embargo, tras recoger el cubo y el resto de instrucciones y utensilios para comenzar la operación de reciclaje, la respuesta se reduce, aunque se recupera con llamamientos a los participantes.

Otros puntos. Cuentan con estos recipientes en el camping El Roble Verde, en Nuvilla-Pobes, donde se aprovecha la basura para compost. También ha comenzado la experiencia en Ribera Baja, concretamente en Ribabellosa, donde ya se han colocado cubos marrones.

Sostiene la técnico ambiental del Ayuntamiento de Iruña Oka.