Las tecnologías primitivas se dan cita en Agurain
Más de medio centenar de personas disfrutan de una nueva edición del encuentro Rendez vous
agurain - Más de medio centenar de personas llegadas de localidades como Zamora, Valladolid o Barcelona, e incluso desde Francia, se han dado cita este pasado fin de semana en el Txoper Klub de Agurain para asistir a la segunda edición de la Rendez vous de actividades en tecnologías primitivas organizada por Desprehistoria. Un particular viaje en el tiempo hacia una época en la que los humanos trabajaban arduamente para defender su vida. Erigían casas, planeaban ciudades, luchaban contra las inclemencias meteorológicas y las plagas en los campos, organizaban industrias y diseñaban nuevos medios de transporte, aunque en condiciones mucho más difíciles que las actuales. Y mucho más hace un millón de años, cuando el hombre surgió como un animal raro y recolector de alimentos, que vivía como cualquier otro animal de rapiña, recogiendo y reuniendo lo que por casualidad le brindaba la naturaleza. Esta economía recolectora proporcionó la única fuente de subsistencia accesible a toda sociedad humana durante casi el 98% de lo que los arqueólogos llaman Edad Paleolítica o Antigua Edad de Piedra.
Durante el Paleolítico, las condiciones de vida fueron extremadamente duras. El planeta sufrió grandes cambios, especialmente climáticos; se sucedieron cuatro glaciaciones, donde inmensas masas de hielo cubrieron gran parte de los continentes, afectando el entorno físico, la flora y la fauna. Las armas y utensilios que existen en este período, en que el hombre fue ante todo un cazador, son muy toscas. Además de tallar la piedra, el hombre aprendió a aprovechar los huesos para hacer agujas, puntas de lanzas y arpones.
Algunas de estas técnicas se han dado a conocer en Agurain, en un encuentro donde no han faltado la talla de hueso y piedra, el curtido de pieles, la forja, las pinturas rupestres o la extracción de fibras naturales.
A lo largo del fin de semana se han sucedido diferentes talleres, como de tiro con arco, azagaya, curtido de pieles o forja, entre otros. “Para impartir ciertos talleres hemos contado con personas especializadas en estas materias”, explicó Iker Uriarte, uno de los organizadores del evento.
El más importante descubrimiento realizado por el hombre en el Paleolítico fue el fuego, primero tomado de la naturaleza y luego producido por sí mismo. De ahí que en la explanada del recinto cultural los asistentes tuviesen la oportunidad de conocer los trucos para encender fuego con un arco de madera, una cuerda y una piedra. A su lado tenía lugar la talla de cucharas. “Hay que ir rebajando en el sentido del veta. Lo difícil llega cuando te encuentras nudos”, relataba el experto con la herramienta en la mano.
En diferentes mesas se pudieron conocer los artilugios que nuestros antepasados utilizaban para la caza y la pesca. Herramientas que les servían para encontrar alimentos y protegerse de los animales y del clima.
En otro txoko del recinto dos chicos trabajan en emular la fabricación de utensilios a partir de la técnica de la talla, consistente en golpear la piedra separándola en fragmentos.
Las pinturas rupestres también tuvieron cabida en esta rendez vous o cita con las tecnologías primitivas de Agurain. Carbón triturado, un poco de aceite y clara de huevo fueron los elementos utilizados para la elaboración de la tinta que imitaba a la primitiva.
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Ediciones suma, con la de ayer, este encuentro organizado por el colectivo Desprehistoria.
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