agurain - La Cuadrilla de la Llanada y Ecovidrio van a colaborar para reconocer el esfuerzo de los ciudadanos de cuidar el medio ambiente y motivar a los usuarios del contenedor de verde, sobre la necesidad del reciclado de envases de vidrio. Todos los domicilios recibirán un díptico cerrado en el que se indican los beneficios de reciclar vidrio, y como recompensa por el esfuerzo y los resultados de reciclaje de vidrio obtenidos, se premia a los usuarios del contenedor verde, con el sorteo de 70 mini-iglús. “Los domicilios con díptico premiado recogerán sus pequeños iglús en las oficinas de la Cuadrilla”, explican desde la entidad organizadora. De esta manera, el pequeño contenedor ocupará un lugar privilegiado en los domicilios de la comarca, recordando diariamente que el trabajo constante se ve recompensado.
El símbolo representativo de la campaña es la hormiga, que con su trabajo diario y constante consigue grandes resultados en la protección del medio ambiente. Según los últimos datos relativos a 2017, la ciudadanía de la Llanada recicló un total de 413.484 kilos de vidrio, lo que se traduce en 33 kilos de media por habitante, mejorando la tasa promedio de Álava, que se sitúa en 24 kilos por habitante. Respecto a la tasa de contenerización, la Cuadrilla se sitúa con una media de 77 habitantes por contenedor, contando en la actualidad con un total de 163 iglús para los residuos de envases de vidrio instalados.
Durante los 10 años de gestión de vidrio, los ratios por habitante han ido descendiendo desde los 40 kilos por habitante registrado en 2009. Los datos de reciclado de vidrio cambian la tendencia de descenso a ascenso en 2014, remontando la cantidad de vidrio reciclado.
La cadena de reciclado de vidrio es un círculo perfecto en el que los envases vuelven a la vida infinitas veces. Todo el engranaje que se activa al reciclar es un claro ejemplo de sostenibilidad y de economía circular. Para hacerlo posible, es muy importante la labor conjunta de la hostelería, la industria y las administraciones públicas, pero sólo el ciudadano responsable es capaz de ponerlo en marcha. “El pequeño gesto de cada uno de nosotros supone un compromiso de mucho valor para el medio ambiente y el desarrollo social sostenible”, apuntan.
Escolares en el garbigune Paralelamente, los estudiantes de los centros escolares de Agurain están invitados a conocer el garbigune y experimentar con los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. “Varias aulas de los centros escolares de Agurain están invitadas a visitar el garbigune, coincidiendo con la semana europea de prevención de residuos”; explican los promotores de la idea.
Los estudiantes procedentes de tres centros educativos, de varios niveles, conocerán de primera mano qué es un punto limpio, cómo funciona y qué ventajas tiene sobre el entorno el reciclaje correcto de los residuos, así como el impacto que provoca cuando no se gestionan de manera adecuada.
Los jóvenes aprenderán, qué materiales se pueden reciclar, y de qué manera hay que separar los residuos. Además de educar a los propios estudiantes, esta iniciativa continuada año tras año, favorece que los escolares se conviertan en prescriptores del uso de este servicio en su entorno familiar y escolar.
La visita de este curso pone el foco en los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Los centros educativos han recibido una guía educativa medioambiental para 3º de Primaria y 1º de ESO. Los alumnos trabajan en el aula la temática, y en la visita al garbigune conocerán de primera mano la cantidad de residuos que se generan, y reflexionarán sobre la repercusión que tiene para el medio ambiente nuestro modo de vida.
Posteriormente a la visita, los alumnos podrán identificar los residuos que se generan en el centro escolar y en los hogares y analizarán las ventajas de la separación en origen de los residuos.