vitoria - Al ritmo de la música pop más actual, rodeada de una amplia gama de pintxos internacionales y con el clásico tintineo de cucharillas y vasos, la camarera María Seneida atiende desde primera hora de la mañana a un nuevo cliente cada tres minutos. Sin descanso.

¿Cómo se ha preparado para las fiestas de La Blanca?

-Ya estamos a tope, estamos muy bien preparados, pues se mueve mucho. Nos hemos preparado con mucho género, mucho amor y muchas ganas de trabajar. Tenemos un buen personal. Reforzamos la plantilla con horas extra, además de que hemos buscado a más empleadas. Normalmente hay mucho trabajo. El viernes ya rellenamos las cámaras y desde ayer por la mañana preparamos todo.

¿Cómo ha sido el volumen de trabajo en estas fechas otros años?

-El año pasado se movió un pelín menos que en ocasiones anteriores, pero dicen que éste tendrán mucho éxito las fiestas. Esperamos que este año aumenten las ventas, dado que cae en domingo y sábado, que es cuando hay más gente. En fiestas siempre se vende el doble.

La clientela puede ser algo difícil de tratar en estas fechas.

-En fiestas los clientes son respetuosos, tenemos buenos clientes. La limpieza también es espectacular, tanto aquí en el bar como en la calle. La verdad, no nos podemos quejar. Nunca hemos tenido ningún problema con nadie en fiestas. Aquí viene gente bebida, pero muy respetuosa. Los turnos de noche, aun así, son más duros. Nunca cerramos.

¿Qué significan las fiestas patronales de Gasteiz para usted?

-Para mí, las fiestas son una tradición, es muy bonito, algo que sólo podemos ver una vez al año. Las disfrutamos con la gente, que siempre está muy alegre. Yo también, cuando puedo escaparme un rato, voy por el paseíllo y me pongo a dar saltos.

¿Un deseo para los gasteiztarras?

-Que todos lo pasen bien, que disfruten, que haya mucha alegría y respeto. Así como comienzan, que terminen con armonía.