“¡Mira! ¡Es magia!”, exclama uno de los chavales participantes en la segunda edición del campus de ciencia y tecnología, Agora Teknocamp, al ver aparecer impresa en diferentes colores la cartulina que, pocos segundos antes, sostenía en blanco entre sus manos. En realidad no era magia, sino serigrafía, y a través de ésta y otras actividades, los chicos y chicas de 5º y 6º de Educación Primaria y 1º y 2º de la ESO que participan en la iniciativa pueden descorrer el telón y observar lo que Oz esconde. “Queremos que entiendan el punto de fabricación”, explica Laura López, monitora del taller de Serigrafía que se imparte dentro de las actividades que se imparte a través de Ikaslan en el instituto Mendizabala, y responsable de explicar a los escolares el manejo del bastidor y las tintas.
El objetivo de Agora Teknocamp consiste en estimular la curiosidad natural de los estudiantes y animarles a adentrarse en el mundo de la ciencia y la tecnología, fomentando siempre la diversión y la interacción. Para ello, durante una semana visitan las instalaciones de diferentes centros educativos, como el propio Instituto Mendizabala, el campus de Nieves Cano (UPV/EHU y Egibide), y el CIC, donde se empapan del ambiente académico.
En esta segunda edición y gracias al éxito cosechado en la primera entrega, los organizadores han duplicado el número de plazas, que pasan de 60 a 120. Las actividades que llevan a cabo en estos cuatro centros formativos de Vitoria, meticulosamente seleccionadas para la ocasión, resultan especialmente atractivas para los chavales. Así, tienen la oportunidad de crear patines personalizados y robots detectives, formar parte de un programa de televisión, aprender a diseñar mochilas y portadas de cuadernos o ampliar sus conocimientos en materia de ciberseguridad.
Yolanda Duque, encargada del taller de encuadernación, explica que los chavales disfrutan experimentando con las diferentes técnicas y viendo cómo se elaboran los artículos. Bajo su supervisión, aprenden a coser un pequeño libro, un cuaderno de la fortuna clásico japonés, a diseñar la tapa de un cuaderno y las portadas de un mapa plegable.
Otra de las actividades consiste en personalizar mochilas. Una de las alumnas del instituto Mendizabala les enseña las plantillas transferibles y usa junto a ellos la plancha que se emplea para que el dibujo quede fijado por calor en las bolsas. Los chicos, que no han observado nunca antes cómo se ejecuta una labor cuyo resultado lucen en muchas de las prendas y objetos que portan a diario, asisten maravillados al proceso. Luego, se llevarán a casa todos los productos que han realizado en los diferentes talleres y podrán contar que los han elaborado con sus propias manos.
EXPERIENCIA TELEVISIVA Incluso se llevarán consigo, en formato digital, su primera experiencia frente a una cámara de televisión. Tal y como detallaba Idoia Ruiz, monitora de esta actividad, los grupos acceden a un pequeño plató de televisión ubicado dentro del instituto Mendizabala y allí deciden, en base a una serie de propuestas, qué historia quieren desarrollar. Emplean el vestuario disponible y, gracias al embrujo del chroma key, pueden ubicarse en el paisaje o contexto que deseen. Se encienden los paneles de luz laterales y la acción cobra vida ante las cámaras. Reproducen todo tipo de historias y aventuras mientras los equipos les graban. Cuando tienen listas las imágenes, pasan a una sala anexa dotada de una hilera de equipos Macintosh y otro de los supervisores les guía a través de los entresijos informáticos del Adobe Premiere. Entre todos, dan forma mediante el montaje a la película que han imaginado, la guardan en un soporte digital y se la entregan a sus creadores.
No acaban aquí las sorpresas de la jornada. En un aula de audiovisuales, Virginia Aranburu debate con un grupo de alumnos de primero y segundo de la ESO sobre sus prácticas en redes sociales. Todos tienen claro cómo funciona Instagram y sus stories, e incluso han configurado los parámetros de privacidad de sus respectivas cuentas, pero los conceptos relativos al empleo público de contenidos y los detalles de la Ley de Protección de Datos les son más ajenos. La monitora, a través de un programa confeccionado en colaboración con el Centro Vasco de Ciberseguridad (BCSC), el Departamento de Educación del Gobierno Vasco y la iniciativa Pantallas Amigas, les anima a reflexionar sobre el destino de su información personal en Internet y a pensar sobre los inconvenientes de perder su intimidad. Aunque sea digital.
Entre taller y taller, los grupos realizan descansos. Pedro Ibáñez, director del instituto Mendizabala, indica que aprovechan ese lapso de tiempo para que los chavales se desfoguen en el gimnasio. Tanto estas actividades deportivas como las tecnológicas son guiadas por los profesores y alumnos del centro educativo.
Segunda edición. En la actualidad se está celebrando la segunda edición del campus de ciencia y tecnología Agora Teknocamp, destinado a niños y niñas de 5º y 6º de Educación Primaria y 1º y 2º de la ESO.
Tecnología. La iniciativa se desarrollará hasta hoy. Está destinada a jóvenes estudiantes que quieran adentrarse de forma amena y divertida en el mundo de la ciencia y la tecnología con vistas a poder realizar en el futuro estudios de esta rama, muy demandada en Álava por su tipo de industria pero no muy extendida entre los gustos de los chavales, especialmente las chicas.
En busca de chicas. En su momento, los responsables de Agora Teknocamp hicieron un llamamiento especial a las niñas, y sus familias, para que se animaran a apuntarse al campus. El año pasado, doce de los sesenta participantes fueron chicas.
Impulsores. Agora Teknocamp es un programa impulsado por la Diputación Foral de Álava, la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Egibide e Innobasque, que este año cuenta también con la incorporación de Ikaslan Araba, que ha organizado varias de las actividades.
120
Los organizadores han duplicado este año el número de plazas del campus hasta alcanzar las 120 que componen la iniciativa.