VITORIA - Los detalles sobre el futuro soterramiento de la alta velocidad para su entrada y circulación en un túnel de tres kilómetros por el subsuelo de Gasteiz comienzan a filtrarse con pequeños retazos y ayer fue el alcalde, Gorka Urtaran, el que ofreció un esbozo más. La nueva estación del ferrocarril de la capital alavesa estará soterrada bajo el actual trazado ferroviario y contará con una playa de vías de un kilómetro de longitud aproximada, para hacer frente a las necesidades de espacio en sus maniobras que requieren unos convoyes capaces de alcanzar los 350 kilómetros por hora de velocidad punta. Por ese extenso espacio transitarán los trenes de pasajeros con parada en la capital alavesa, mientras los convoyes cargados con mercancías lo harán “de forma separada e independiente”, puntualizó en sus declaraciones ayer el regidor jeltzale.

En apenas 24 horas ya se han concretado detalles significativos como son los de la ubicación del pasadizo soterrado que contendrá a los trenes desde que se sumerjan en el subsuelo vitoriano, a la altura del Bulevar de Salburua, para volver a emerger a la superficie tras rebasar el puente azul de Portal de Castilla y Avenida Gasteiz y “superado el edificio de las oficinas del Ayuntamiento”, concretó Urtaran. Estos 2,9 kilómetros de longitud de túnel van a convertirse en la solución “definitiva e integrada” por debajo de la actual línea ferroviaria, tras descartar el estudio informativo que está acometiendo el Ministerio de Fomento desplazarlo unos metros hacia el norte del actual itinerario y hacerlo discurrir por el subsuelo de Manuel Iradier. “Incorporar el tránsito de mercancías, desde un punto de vista técnico, obliga a utilizar el actual corredor ferroviario, frente a la opción de Manuel Iradier que conllevaba otra técnica constructiva”, explicó de manera técnica el primer edil de Gasteiz.

La inclusión de las mercancías ha motivado finalmente la elección de los técnicos de Fomento por el actual corredor, frente a la hipótesis de poderlo acometer bajo Manuel Iradier y que también debería incorporar las mercancías, con las posibles afecciones que se podrían generar en forma de vibraciones producidas por unos convoyes de gran longitud al atravesar un tramo densamente poblado como es el de esa calle de Gasteiz. Las pendientes de ese pasillo de 93 kilómetros de vía en su avance hacia la meseta castellana rondan los 30 milímetros de inclinación, lo que impide que puedan generar por la misma línea que los convoyes de pasajeros, aunque sí lo pueden hacer por ese mismo corredor que se sumergirá bajo el actual para compatibilizar tanto pasajeros como la carga. El punto más problemático entre Gasteiz y Burgos se sitúa a la altura de Pancorbo y el angosto tramo del desfiladero por lo escarpado del terreno y las montañas que rodean a ese enclave, antes de avanzar hacia terrenos más llanos y menos sinuosos.

De esta forma, el nuevo recorrido de 93 kilómetros de alta velocidad va a quedar exclusivamente reservado para los desplazamientos de viajeros en los que se podrá llegar a una velocidad de 350 kilómetros por hora. Para el transporte de carga, la alternativa es la de adaptar la actual línea convencional al denominado ancho internacional, que hace posible el tránsito de los convoyes de mercancías a una velocidad mayor que la actual, cercana a los 200 kilómetros por hora. En cualquier caso, la solución final para la carga presenta una menor complejidad en plazos y tiempos de ejecución que lo concerniente a los desplazamientos de pasajeros en alta velocidad.

pide celeridad a fomento En el contexto de la revolución de la movilidad que se avecina en la capital alavesa para los próximos años, la llegada del ferrocarril de alta velocidad soterrado es el último hito que traerá antes otros elementos como el Bus Eléctrico Inteligente (BEI). Urtaran centró todo lo referido al anhelado soterramiento en su estrategia 2020-2025 con el desarrollo de los grandes proyectos para la ciudad. Transmitió el regidor jeltzale su deseo de que para esa fecha dentro de siete años “Gasteiz esté preparada”. Centró mucho más sus miras Urtaran al apuntar al Ministerio de Fomento y reclamar “celeridad” para que pueda presentar “cuanto antes” el documento del estudio informativo que concrete todos los detalles de la llegada de la alta velocidad. El ministerio de Íñigo de la Serna siempre ha establecido en el horizonte de este verano el plazo para hacer público el documento que aún redactan sus técnicos. “Cuanto antes tengamos ese estudio podremos acometer la redacción del proyecto de ejecución” y dar los pasos necesarios que va a suponer esa basta transformación de la ciudad y suturar la brecha que divide a Gasteiz.

Tuvo Urtaran tiempo de ensalzar el trabajo conjunto y coordinado tanto del Ayuntamiento de Vitoria, como el Gobierno Vasco junto al Ministerio de Fomento para lograr que los convoyes de la alta velocidad “se integren de forma soterrada en la ciudad de Gasteiz. Es una magnífica noticia”, frente al anterior equipo de gobierno en el que se propuso una “integración en superficie”, diferenció el primer edil ayer, durante las obras de estreno del nuevo aparcamiento para el barrio de Arana, en el patio del antiguo colegio Ignacio Aldecoa.

La llegada del tren de alta velocidad va a modificar las costumbres de los vitorianos que podrán plantarse en dos horas y cinco minutos en Madrid, al tiempo que pondrá a la capital alavesa a tan solo 125 minutos de rápido traslado de los madrileños. Unas cifras muy inferiores a las tres horas y 55 minutos que necesita en la actualidad cualquier convoy Alvia que cubra la distancia entre Gasteiz y la capital del Estado. Mucho más cercana va a quedar una ciudad como Burgos, cuando el viaje se reduzca a solo media hora en la alta velocidad.

El proyecto de conectar Gasteiz con la meseta castellana se cifra en 1.200 millones de euros y presenta dos tramos diferenciado en los 94 de su totalidad. Los primeros 37,7 hasta el desfiladero de Pancorbo son los más complicados por la orografía, aunque se pulverizará el tiempo de viaje a 15 minutos. El mismo tiempo se tardará en los 55 restantes hasta la burgalesa estación Rosa de Lima.